“El barro de la trinchera nos protege. Nos alimenta”, cantan Elle Belga en ‘La trinchera’, uno de los 12 temas que han grabado en su tercer larga duración, Euforia. Aunque pudiera parecer lo contrario no se trata de un disco bélico, por muchas referencias que haya en las letras, ni nada que se lo parezca, el dúo gijonés ha facturado un cancionero excelso, en el que nada sobra, fabricado con una economía de medios que asusta.

Menos es más, contaban Fany Álvarez y José Luis García hace tiempo y aquí lo han llevado a sus últimas consecuencias. Y la verdad es que han acertado con el sonido que han conseguido entre ACME y su propia casa.

Euforia es un disco que emociona desde adentro; no hay singles, circunstancia que podría chocar a quienes están acostumbrados a escuchar música de consumo. Lo que hay es canciones que te golpean, que te llegan muy adentro.

Una de ellas es ‘Ahora’, corte que cierra el disco y que supone la mayoría de edad de Elle Belga. En él se condensa toda la sabiduría y el magisterio del dúo, capaz de componer una canción que te deja noqueado.

Antes de ese final nos han dejado algunos temas que ya conocíamos en directo, caso de ‘Euforia’, ‘Sal. mi valiente’, ‘El pueblo’ o la propia ‘Ahora’. Ese directo en el que han ido puliendo su propuesta trasformándola desde presupuestos folk a un universo tan propio que no tenemos referencias en nuestro territorio para comparar. Tendríamos que irnos muy al Norte para encontrarlas.

Euforia es un disco nocturno, o al menos nos sumerge en ambientes tras la puesta de sol. Ambientes espirituales como los de ‘El pueblo’, de autoexpiación en ‘Plan de guerra’, otra de las perlas del álbum, o de salmodia en ‘Victoria’.

Sin duda alguna estamos ante uno de los discos estatales del año 2016. Palabra.

Escuchar «Euforia» en Spotify

Víctor R. Villar es periodista
@VictorRVillar