Podría empezar hablando de los lugares que habitamos para sociabilizarnos, para terminar hablando de cómo caer en el Belmondo, pero también podría empezar por hablar de la prolongación en el ciberespacio, que no todos los espacios físicos tienen, para acabar tragándome mi nostalgia.

Filosofadas varias de este #ArtículoResaca que me hacen hablar de El Belmond, no sólo como un espacio físico y palpable, sino también como un lugar que habita en un espacio éxtimo de tonos azules y ubicado en la red con prolongaciones a través de hashtags.

[Teclee: #FreeSevigny, #ElDíaDelWatusi, #BarrioCasaVella, #FVLC, #DogVille]

Inofensivas letras, a la vez que prolongaciones vivas son estos, nuestros-nuevos lenguajes, donde lo colectivo se vuelve materia para hallar contenidos más allá de la gestión pública. No todo bar [adjúntese la canción de «Bendito Bar» de los Deicidas aunque no venga a cuento su género, esto último va con todo el sarcasmo] juega con ese uso del lenguaje en esta nuestra ciudad austera. Incluso se podría hablar de dónde está el límite de lo performativo para hacer que la «proximidad se demuestre cercana» sin tener una caña en la mano.

La revolución se hará bailando o no se hará… Y si hay algo que se le da bien a este escritor con siete pecados (no) capitales por (no) nombre y de humor ácido es jugar a la alquimia dentro de la red [dentro de un contexto reivindicativo en cultura], para aproximarnos a la calle San Lorenzo de número uno, sin la necesidad de pisarla y haciendo que su espacio o como dice él –«esta es tu casa ahora»- mantenga un discurso continuo.

Y aquí es donde me entra la nostalgia, quizás porque siempre nos da miedo lo nuevo. Nos acordamos de los sofás de escay y las lámparas de abuela que nos transportaban a la infancia. Me pongo en modo melodramática, y me dejo llevar por la tecla _delete, porque hoy estamos acostumbrados a borrar todo contenido y porque la _opción deshacer nos deja ver el antes y el después.

Pero no podemos olvida, que esto sólo ocurre en la interface. Los espacios físicos que habitamos para sociabilizarnos funcionan como un «lienzo en blanco» [ dicho en word_nuevo], para que se vuelvan híbridos, mientras el poro se abre para dar paso a nuevos comienzos.

Porque ayer El Belmod, era un espacio donde el _gif era suplantado por ilustraciones de Javier Cardo, sobre ese reconstruido y liberado piano, y porque el calor no solo era post -humano.

«Esta es tu casa ahora «_conectada«. Ahora toca disfrutarla. Buen camino.

Bar Belmondo
C/ San Lorenzo 1, León

Miriam Vega, artista multidisciplinar