Un 8 ½ para cerrar 2021. Un 8 ½ más que necesario, porque la protagonista hizo su tesis doctoral sobre el concepto de realidad en el cine de Fellini. Una buena oportunidad para confirmar que “Destello Bravío” está incluida en las mejores listas sobre las películas estrenadas a lo largo del año. Algo que ya se intuía en el encuentro con Ainhoa Rodríguez, en la 59 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón. Y como prueba de ello, la revista Variety la ha destacado como una de los diez cineastas emergentes.
Directora, guionista y productora, de sus manos han salido cortometrajes como “Muñecas”, “Labios”, “Ellxs o “Fade”, premiadas en más de 30 festivales internacionales. Así que no resulta extraño que su primera inmersión en el largometraje siga la vía de esos proyectos, ya que continúa rehuyendo las normas y la catalogación. La película se estrenó en Rotterdam, se llevo el Premio del Jurado en Málaga, la mejor dirección en Vilnus, premio en San Sebastian y mención en el New Directors New York Festival.
En pocas ocasiones el título de una película resulta tan acertado. “Destello bravío”, como su nombre indica, deslumbra con su talento cegador y nos ataca con salvaje energía. Y en sentido literal es un retrato de la desaparición de la vida rural. La directora nos invita a embarcar en un viaje fabuloso a través de paisajes y ritos reconocibles, como el pueblo remoto, la procesión de Semana Santa, la charla del bar o los pastores. Unas imágenes que vienen acompañadas por un diseño sonoro que por momentos evoca la amenaza de un volcán a punto de estallar, como ha ocurrido en La Palma, o la inminente explosión de una irracionalidad transformadora, acabando con la parálisis de lo que hasta entonces parecía eterno. Todo ello termina convirtiéndose en una mezcla explosiva entre realismo y psicodelia, que “retrata la aburrida cotidianeidad de la vida en un pueblo, en el que el catolicismo se mezcla con la brujería”. Una película mestiza, construida a base de ficción y no ficción.
Ainhoa Rodríguez hace, además, una reivindicación de la sexualidad femenina, porque “la de la mujer en general se oculta y las de las mujeres mayores directamente se ignora”. Unas mujeres que se convierten en protagonistas absolutas, un prodigio de actrices naturales a las que convenció después de hacer un intenso taller de interpretación en el pueblo, “tejiendo una relación personal y de confianza mutua”.
“Destello bravío” termina siendo un relato misterioso, oscuro y silencioso, lleno de cuadros que enmarcan paisajes oscuros, que sugieren umbrales al terreno del inconsciente, de la liberación del poder secreto del deseo femenino. La directora sigue un proceso de trabajo, a través de la presencia documental, la complicidad y los testimonios, cuyos resultados terminan siendo mágicos.
Escuchen con detenimiento los ochos minutos y medio en los que la directora extremeña nos habla sobre su mirada personal, mujer cineasta y transgresora.
Escuchar la charla entre Ainhoa Rodríguez y José Antonio Vega en Mixcloud
Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64