En noviembre de 2019, cuando éramos felices y no lo sabíamos, coincidimos con Jonás Trueba en la fiesta de clausura del Festival de Cine de Gijón y quedamos citados para un sosegado 8 ½ en la primavera de 2020. Causas ajenas a nuestra doble voluntad lo impidieron, pero justo dos años después, la cita se ha cumplido. Trueba volvió a Gijón para presentar “Quien lo impide”, el ambicioso proyecto generacional que se estrenó en la pasada edición del Festival de San Sebastián, donde recibió el premio FIPRESCI y una mención especial al elenco de jóvenes que la interpretan.

El título de la película procede de la canción de Rafael Berrio, recientemente fallecido, que aparece fugazmente en una escena, a modo de sentido homenaje del director. Y es que, a sus cuarenta años, sigue teniendo el corazón “partío” entre cine y música, tal y como indicaba en “Todas las canciones hablan de mi”, su primera película estrenada mundialmente en el Teatro Jovellanos hace once años. Desde entonces, en todas sus películas se cuelan canciones de Nacho Vegas, Soleá Morente, Tulsa, El Hijo, François Breutz o Franco Batiatto. “Casi todas mis películas surgen de una canción que escuchaba en ese momento, de hecho la letra de Quien lo impide es lo más parecido a un guión que manejamos en todo el rodaje”. Confiesa que “muchos directores de mi generación somos músicos frustrados, como muchos de la anterior fueron pintores frustrados”.

Tras su primera película llegaron “Los ilusos”, “Los exiliados románticos”, “La Reconquista” y “La Virgen de Agosto”, películas que “me han ido ayudando a conquistar una manera de producir, de ser feliz, de hacer una historia sin metas, con el deseo de hacer películas en libertad”. Opina que hacer una película “es un espacio privilegiado para compartir amistades, momentos, dudas, inquietudes y belleza”.

Los expertos dicen que “Quien lo impide” es su primera película documental, pero él comenta que “no se diferencia tanto de mis películas anteriores donde ya estaba la idea de filmar a los amigos, de retratar y acompañar, la diferencia es que ahora no son actores profesionales, son jóvenes que han terminado siendo mis amigos”.

Preguntado por la lectura sociológica de la película y su papel como notario de lo que acontece a los jóvenes del momento, indica que la película “no debe ser vista desde ese prisma, sino que nace como un deseo muy sencillo y claro de acompañar a personas que me generan curiosidad”. La película está siendo entendida y aceptada por diferentes generaciones, porque “la soledad, el amor o la política siguen siendo temas que importan”-

“Quien lo impide” dura tres horas y cuarenta minutos, pero la última escena hace pensar en que el proyecto no se acaba. Jonás señala que “no es proyecto cerrado, nace con una vocación abierta, depende de nosotros y lo bonito es que está hecha con energía”. Aun que se para un segundo e indica que “no quiero dar otra vez el coñazo a los chavales, me daría pudor”.

Escuchen con atención los ocho minutos y medio de conversación con el Peter Pan del cine español.

Escuchar la charla entre Jonás Trueba y José Antonio Vega en Mixcloud

Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64