Desde que Stuart Staples empiece a tejer el pop aterciopelado de Tindersticks en el escenario del Teatro Jovellanos este viernes a las ocho de la tarde hasta que los vascos Belako desplieguen toda su rabia de avantrock siglo XXI en la Sala Acapulco el sábado pasada la medianoche, Gijón se convertirá en la ciudad de la Música, así, en mayúsculas, con quince conciertos concentrados en dos días, seis recintos y nueve sesiones sin contar los previos y los post de las sesiones vermú. Es el Gijón Sound Festival, un festival que llega a su cuarta edición afianzando ese objetivo de colarse por todas las partes de la ciudad y contagiar a todos inspirado en el South by Southwest de Austin.

Como en otras ocasiones, el GSF destaca por abrir todo tipo de puertas y ventanas, con un cartel en el que pueden convivir el último experimento con banda y programaciones de la emocionante Fee Reega con los últimos coletazos de un cantautor referencia en el sector de la pana y la nostalgia como es Luis Eduardo Aute. Lo hacen repartiendo juego aquí y allá y dejando bastante espacio a los músicos asturianos, con una selección muy jugosa: Pauline en la Playa, Fasenuova, Black Horde y los Feedbacks. Cada uno va, además, asociado a un compañero de escenario de la escena nacional, y así, respectivamente, tocarán con ellos, L.A., Niño de Elche, Berri Txarrak y Fogbound. Maridajes, como se ve, muy interesantes como el que pueda salir de la contaminación entre el cante, el nuevo prog-indie andaluz, la cuenca minera y la electrónica más desoladora y definitiva, en el segundo caso.

James Rhodes.
James Rhodes.

Entre los grandes nombres hay algo de reencuentro generacional, con el público y con ellos mismos. Tindersticks llegan con el proyecto «The Waiting Room», que también es proyecto cinematográfico y que apuntala la recomposición de la banda de los últimos años. Lo mismo los Flamin’ Groovies, que subirán a cantarse alguna al que fue su voz principal, Roy Loney. Y, claro, también el pianista James Rhodes y su recital en la Laboral, aunque en éste caso, y a juzgar por su celebrado libro de memorias Instrumental, la reconciliación es con uno mismo y eses es el estado natural de este pianista de clásica representándose como icono pop.

Completa, muy bien surtida y con todas las posibilidades para organizarse y comprar entradas, abonos o lo que haga falta, podéis consultar más información en la web del festival. Que aproveche.

Chus Neira es periodista
@chusneira