
Tiene algo de alivio el dirigirse hacia el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, lugar donde se celebra la vigésimo séptima edición de ARTESANTANDER, este año con la participación de 42 galerías y con un íntegro programa de actividades paralelas a la feria. Digo tiene algo de sosiego el adentrarse en el edificio construido por Gabriel Gallegos y Juan Carlos Sanz, ya que en estos días las hordas de turistas se agolpan en el centro de Santander, en el paseo del puerto o en la azotea del Centro Botín. En cambio, el recinto de la feria nos acoge con la calma propia del hormigón armado y de un parquet de madera de roble.
Sorprende la variedad de la feria en cuando a galerías, reuniendo en el mismo lugar algunas de larga trayectoria junto con otros proyectos que llevan en marcha tan solo dos años. Otra característica que hace de ARTESANTANDER una feria única, es la de exponer proyectos individuales, obligando a las galerías a sopesar con gran cuidado el qué presentar y el cómo. La combinación de estos elementos da lugar a una multitud de propuestas diferentes que se complementan y ofrecen una visión general del panorama contemporáneo español.
En esta pequeña selección de obras que sigue a continuación, los artistas nos invitan a cuestionarnos los sistemas de representación materiales que nos rodean. Cartógrafos y cartógrafas no en el uso de mapas en sus trabajos, sino en el mapear determinados aspectos de nuestra cultura contemporánea, y en desarrollar sistemas de entendimiento en los que insertarlos.
CLARA SÁNCHEZ SALA, El primer obstáculo: la experiencia básica – ATM, Gijón
Clara Sánchez Sala aborda el papel del paisaje, reflexionando sobre cómo los materiales industriales provienen de texturas naturales, en este caso la espuma de poliuretano que se asemeja a la piedra, la que a su vez ha sido pintada a mano por la artista para mostrar la dicotomía entre lo natural y lo artificial. De este modo Sala establece un punto de inflexión entre cultura y naturaleza, una naturaleza que ha sido domesticada acorde a nuestros deseos.
PEDRO LUIS CEMBRANOS, Als ob (como si) – Ogami Press, Madrid
Cembranos también explora la idea de paisaje como representación, aunque desde la perspectiva de su manipulación política y económica. Su instalación incluye elementos tales como monotipos (un tipo de grabado de impresión única), motivos decorativos escultóricos hechos de papel prensado y piezas de caucho pintado con efecto mármol para proponer una reflexión sobre las ediciones en obra gráfica, el concepto de ilusión y de cómo creamos ciertas ficciones las cuales convertimos en realidad.
RAÚL HEVIA, Una historia de la pintura en Bilbao… – JosédelaFuente, Santander
Proyecto archivístico y pictórico el de Raúl Hevia, quien ha llevado a cabo la agrupación de una minuciosa colección de los colores con los que están pintados cada uno de ocho barrios de Bilbao a golpe de ir recogiendo muestras casa por casa. De esta forma, Hevia desvela las connotaciones sociales y económicas que la pintura puede tener cuando es aplicada en el entorno urbano.
CARLOS SÁEZ, Hardware fetish – Espai Tactel, Valencia
Sáez, fundador del sitio web Cloaque, investiga las relaciones entre el ser humano y la tecnología digital a través de sus obras. El titulo del proyecto hace referencia a las máquinas obsoletas, las cuales, una vez vacías de fluidos y datos, habitan un espacio negativo entre deshecho y reliquia cultural. Con una estética proveniente del arte post-internet, Hardware fetish es posiblemente una de las propuestas más contemporáneas de la feria.
JUNE CRESPO, Ser dos – Carreras Múgica, Bilbao
En Ser dos, Crespo combina diversos componentes para producir una serie de tensiones formales que llevan lugar a la indeterminación material y estructural. Pese a utilizar elementos de la realidad como discos de vinilo, un radiador o un body, Crespo estructura los materiales a partir del encuentro de éstos, ocupando el espacio de forma geométrica y estableciendo una situación de dualidad entre lo cóncavo y lo convexo.
CATARINA BOTELHO, Tercer paisaje – Galería Silvestre, Madrid
Catarina Botelho se aproxima al paisaje urbano para referirse al poder evocador de la imagen y desarrollar una fotografía de densidad material, que apela al tacto. En esta serie, el espectador es confrontado con una visión de la ciudad que se sitúa entre la ordenación real del espacio y la experiencia conceptual del mismo.
ARTURO COMAS, Sobre todas las cosas – Espacio Olvera, Sevilla
Arturo Comas pone a prueba nuestras convenciones sobre los objetos cotidianos, dando lugar a un mundo surreal en el que todo puede pasar, como que una mesa se apoye sobre una bola suiza. A partir de la recopilación de objetos, Comas los combina proporcionándoles nuevas relaciones y funcionalidad que bien fotografía o expone a modo de esculturas.
ART AL QUADRAT, Mujer, identidad y memoria – Collblanc Espai D’art, Castelló
ART AL QUADRAT son Mónica y Gema Del Rey Jordá, hermanas cuyo trabajo pone de manifiesto las estructuras que oprimen a la mujer. Este proyecto toma como punto de partida la humillación que sufrieron algunas mujeres en la España franquista al ser rapadas, y utiliza el cabello femenino como objeto para reflexionar sobre los cánones de belleza tradicionales y la transformación del rapado en un acto de subversión.
LORENA AMOROS, The Brain of the Planet – Adora Calvo, Madrid
Amoros presenta una serie de imágenes influenciadas por la ciencia ficción de serie B. El título del proyecto hace referencia a una novela escrita por Lilith Lorraine, quien imaginó una serie de utopías en las que la tecnología transformaba el mundo. Siguiendo este patrón, Amoros nos sumerge en un escenario ficcional para revindicar imaginarios femeninos, así como el espacio que tiene la subjetividad femenina en la producción y consumo de la ciencia ficción.
JOSÉ CASTIELLA, Apuntes para después del colapso – Satélite, Méjico
Siguiendo con el lenguaje de la ciencia ficción nos encontramos con la obra de José Castiella, el cual imagina un mundo de formas después de un supuesto colapso sistemático. Utilizando la pintura como material vivo, creando capas gruesas que contrastan con veladuras y utilizando una paleta de vivos colores, Castiella nos adentra en un mundo de grey goo donde la vida inorgánica no parece un lugar tan oscuro.
Cristina Ramos es comisaria independiente