No hay nada que sea más dirimente para una tierra que (en apariencia) sabe poco de flamenco, pero mucho de agua y de color verde, que un pueblo, de clima jurásico, en el extremo oriental de Asturias, que ya ha sido capaz de armar por quinta vez consecutiva una de las citas formativas más importantes del verano asturiano en lo que a danza española y flamenco se refiere. La V Edición de Encuentro con los Maestros, una iniciativa en la que ya participa Acción Cultural Española, además del Ayuntamiento de Ribadedeva, ha tenido este año importantes novedades, y no solo desde el punto de vista académico; también por el plantel de invitados, entre los que figuraban los maestros, Maribel Gallardo y Ángel Rojas, o José Miguel Onaindia, experto gestor cultural argentino, testigo y artífice de uno de los milagros dancísticos más importantes –único en el mundo– que hayan acontecido en el planeta danza en los últimos 15 años: el de Uruguay.

Este quinto encuentro con la formación, la convivencia y el intercambio cosecha cierto parabién mediático, pero aun pasa bastante desapercibida la importancia que está cobrando el proyecto como iniciativa formativo-artística.

El proyecto nació de la mano de María Herrera, una apasionada de las artes escénicas y de Colombres desde hace más de veinte años, que trabaja como funcionaria en la administración de justicia en Madrid. El pasado invierno decidió dar un revolcón tanto a la estructura del encuentro como a la forma de conducirlo cultural y artísticamente. Por un lado, internacionalizándolo con charlas y conferencias de nombres importantes en el panorama dancístico; y, por el otro, ampliando la posibilidad de exhibición de bailaores, músicos y coreógrafos en el marco del propio proyecto, al margen de otros pequeños cambios de los que más adelante daremos cuenta.

Así que este agosto nació el I Certamen de Música y Danza española e hispanoamericana, denominado Ribadedeva en danza, que se celebró en el seno de la cita (20 de agosto), y se programaron mesas redondas y conferencias, abiertas al público, en relación con la actualidad de la danza a uno y otro del Charco. Es está última idea, la de la internacionalización, la que supone de verdad la reunión de cuerpo y alma de la iniciativa y la que los consolida como cita de carácter innovador.

Que la cita haya acogido esa idea de internacionalización da cuenta de una necesidad inherente a su propio discurrir interno, y del homenaje implícito que se hace a la propia historia de un pueblo, de una región y, por ende, de un país: alguien de fuera de Asturias, en concreto de Madrid (capital de un reino), que organiza una cita artística en el marco rural por excelencia, cuna de la emigración en el siglo XIX en España (Colombres), y encara el futuro uniendo, a través del agua y el idioma (órbita hispanoamericana), danza de raíz para el desafío, la reflexión y el aprendizaje. Es una especie de viaje de conocimiento, de conquista (espacial) y de asentamiento y colonización (convivir, vivir y mezclarse). Este timbre percutido e hilado debe persistir en la residencia y enriquecerse más cada edición. Y eso debería enlazar (en seguida) con la literatura.

Porque si algo tiene la danza española y, en particular, el flamenco (eso que hizo lo español completa y perfectamente universal y reconocible incluso en Asia) es su mestizaje, una mezcla que se fundamenta en el aire zíngaro y árabe, en la madera (percusión) y en el calor (territorio). Es una singularidad en toda regla con la que un país entero, lleno de danzas milenarias todas muy distintas, se identifica: incluso en el verde norte.

La participación de la entidad pública Acción Cultural Española (AC/E) ha hecho posible, a través del Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE), que José Miguel Onaindia, experto en gestión cultural internacional y director del Festival Internacional de Artes Escénicas de Uruguay (FIDAE), estuviera en Colombres como maestro, conferenciante, observador e invitado. Su presencia marca la pauta a seguir en un momento en que Encuentro con los Maestros debe forjarse un objetivo artístico algo más interdisciplinar, teniendo eso sí, como base la danza.

La memoria colectiva es el agua. Y también el futuro

Agua es equivalente a navegación, luego a traslado; pero también es equivalente a idioma y a danza. Ese universo, al otro lado de un océano, conocido como mundo hispanohablante, tiene origen líquido, y según contó el propio Onaindia en la mesa redonda “Conversaciones con las artes escénicas y la cultura a ambos lados del Océano Atlántico”, es “fiel reflejo de tendencia duplicada en Iberoamérica, y se da como un proceso natural en donde nosotros hacemos aportaciones”. Y tanto que aportaciones: la hecha al ballet clásico es una de las más importante del mundo: el Ballet Nacional de Cuba, en las últimas décadas en franco declive, entre otras muchas cosas por no haber sabido adaptarse a un necesario proceso de transición.

La mesa redonda, una de las novedades de este año, y clave de bóveda en el programa, estuvo protagonizada, además de por Onaindia, por Roger Salas, crítico y experto en danza del diario El País desde hace más de 36 años; Ricardo Cué, director de danza, coreógrafo y mánager; Maribel Gallardo, gran bailaora de largo recorrido y currículum artístico, muy ligada al Ballet Nacional de España (BNE) y en la actualidad una de sus más veteranas maestras repetidoras; Ángel Rojas, bailaor, director artístico de Ángel Rojas Flamenco Dance Project y uno de grandes renovadores –de hecho es el que abrió esa espita– en los últimos veinte años en nuestro país; Javier Sampedro, director del Centro Cultural de Ribadedeva; y, por último, María Luisa Fernández, concejala de Cultura del Ayuntamiento ribadedense.

En la mesa se dijo mucho y bien; y se trasladó la actualidad del hecho dancístico hoy con seriedad y con ternura. Los representantes municipales, haciendo honor a la verdad, reconocieron lo escaso de las instalaciones, pero es la nota que, por otra parte, “le da el aire romántico” a la cita, decía María Luisa Fernández, para quien “hasta que llegó María con su flamenco nuestra relación con la danza solo había sido a través del folklore”. Se hace pertinente decir que, ahora que todo va cogiendo carrerilla, quizá sea el momento de plantearse los espacios de ensayo; y ojo, que muchas veces no se trata de que sean más modernos o que estén muy bien dotados.

 

Ricardo Cué, para quien la danza española “es única en el mundo”, abordó la consigna de la excelencia y la profesionalidad, y señaló también como característica única la falta de rigor que hay en España respecto a la danza en comparación con otras disciplinas artísticas. También quiso señalar que “la danza está dirigida estatalmente y así no se avanza mucho, hay que asumir retos”. Para Cué, la búsqueda de la excelencia debe ser lo prioritario en todo joven artista. “Sin excelencia no hay arte”, sentenció.

Haciendo honor al espíritu del proyecto, el ejemplo del reto viene desde el otro lado del Atlántico. Uruguay ha experimentado en los últimos 15 años una eclosión de la danza como manifestación artística preferente que no tiene, al menos por el momento, parangón alguno en el mundo. La llegada en 2010 de Julio Bocca, uno de los bailarines más laureados del planeta en el último tercio del siglo XX, a la dirección del Ballet Nacional Sodre de Montevideo, señaló un antes y un después en la danza académica y contemporánea de este pequeño país, cuyo testigo recogió Igor Yebra en 2017, un español, educado en la escolástica de la mejor escuela de Víctor Ullate y forjado como artista en compañías no españolas.

Ese revolcón tan espectacular (y si se quiere entender el comentario incluso impropio) ha llevado a engrosar las filas del Ballet Nacional Sodre a un sinfín de bailarines extranjeros (un 63% del total del elenco) que han catapultado la proyección pública de la compañía. Ejemplo: en 2010, año de la llegada de Bocca, se hacían 30 funciones al año en un país que apenas llega a los 30 millones de habitantes; en 2020 se alcanzó la cifra de 70 representaciones, sin contar giras internacionales y otro tipo de participaciones ya consolidadas de la compañía. Estos números prueban dos cosas: por un lado, que la danza es rentable y que no pasa de moda; y, por el otro, que una compañía de gran formato debe moverse tanto interna como externamente para dinamizar una estructura sólida perfectamente engrasada. Solo así se consigue crecer. Y sobrevivir.

La referencia española no solo viene dada por el idioma y por uno de sus directores, sino porque la influencia de acervos y de modos académicos tiene siempre efecto espejo, igual que muchas referencias bailadas en las grandes coreografías de clásico. Un aspecto que no dejó de valorar José Miguel Onaindia, para quien lo español sigue vivo y presente en Hispanoamérica. Uruguay es un ejemplo en el que mirarse; es más, diríamos que un país que tiene escasa visibilidad política en el mundo, ha conseguido ser conocido y sacar pecho cultural gracias a la danza. Ahí es nada.

El periodista, maestro y escritor Roger Salas dijo que la cita de Colombres ante todo debe ser productiva para los alumnos y también para el propio pueblo. Y quiso analizar para los asistentes, entre los que se encontraban los alumnos, la situación de la danza en España y el marco teórico académico en el que se desenvuelven las comunidades autónomas. A su juicio, la diversificación de las competencias en materia educativa “ha traído a las enseñanzas artísticas fortalezas, pero también muchas debilidades”. Así, “no poder disponer de una didáctica común, o más o menos unificada por igual en todos los territorios” –que es lo mismo que decir en todos los conservatorios– “dificulta muchas veces la uniformidad de conceptos básicos. La diversidad debería también servir para aunar esfuerzos en virtud de algo que debería ser más común” y que la danza iguala. Como Onaindia, Salas reconoció el gran número de artistas latinoamericanos que han formado (y forman) parte de grandes compañías españolas y el beneficio artístico que eso ha supuesto.

 

El mensaje más reivindicativo vino de la mano de unas de las maestras de esta edición y una de las bailaoras más currantas que se hayan podido dar en el panorama español. Maribel Gallardo, maestra ejerciente en el Ballet Nacional de España (BNE), sabe perfectamente de las grandes alegrías, pero también de las penurias de los bailarines en España. Entiende que, tras más de año y medio de pandemia y en las condiciones con las que se cuida la cultura y el arte en España, “las compañías de danza privadas están en peligro de extinción, el sector privado está en SOS; no se puede dejar de cuidar el tejido artístico que además ayuda y produce trabajo y belleza”, reivindicó Gallardo.

Pero quizá una de las mayores lecciones, y desde luego la más directa para el paladar sensorial de los participantes, fueron las palabras del que fuera artífice e impulsor de una de las citas de flamenco de más proyección en los últimos años, la de Flamenco Madrid, Ángel Rojas. El bailaor madrileño fue preciso con los jóvenes: “Las plataformas sociales no son la vía ni la salida de un creador; las redes sociales y su uso no están trayendo nada bueno a los artistas en general, una carrera artística no se basa en las redes sociales”, dijo. El mensaje, proyectado más bien como consigna, venía a refrendar la que desde estas líneas nos parece la mejor lección de humildad que se puede dar a quien se inicia en el planeta danza: narciso fuera, humildad dentro; trabajo uno, distracciones cero.

El ingenio y el talento siempre han estado por encima de crisis, dicen los asiáticos; y la necesidad de estudiar debe estar por encima de la de crear. “Las redes sociales no son buen lugar para vivir ni para estar creando”, culmina Rojas. (El vídeo promocional de Flamenco Madrid se alzó en 2017 con 18 premios internacionales como producto narrativo y audiovisual.)

Fichas técnicas: V Encuentro con los Maestros, invitados y especialistas, y relación de premios y becas. (Colombres, Ribadedeva, del 15 al 30 de agosto de 2021).

Organiza y produce:
Asociación Cultural. MJH Diferencias Educativas. Dirección: María Herrera Gómez.
Asistente de dirección y producción: Johanna Cruz

Participa:
Ayuntamiento de Ribadedeva.
Devatur
Acción Cultural Española AC / E

Colaboradores:
Fundación Archivo de Indianos. Museo de la Inmigración.
Casa de Piedra. Ayuntamiento de Ribadedeva.
Casa de Cultura. Ayuntamiento de Ribadedeva. 

Cuadro de maestros y docentes (sobresaliente cum luade)

Currillo Franco: Bailaor y coreógrafo. Coreógrafo y bailaor invitado en la compañía de Antonio Márquez y en el Ballet de Yoko Komatsubara. Máster en Artes Escénicas por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Ha sido bailarín y coreógrafo en el Ballet Nacional de España. Profesor en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma de Madrid.

Maribel Gallardo: Bailarina emérita y maestra repetidora del Ballet Nacional de España. En 1975, participó en la creación del Ballet Folclórico Nacional. Se incorporó al Ballet Nacional de España en 1981, dirigido por Antonio (Ruiz Soler), en el que ascendió a Primera Bailarina en 1985, bajo la dirección de María de Ávila. Interpretó Bodas de Sangre junto a Antonio Gades, con motivo del X Aniversario de la creación del BNE. Miembro de la Comisión Artística del Ballet Flamenco de Andalucía. Premio Nacional de Danza Cultura Viva y Premio AISGE ACTUA, en la especialidad de Danza. Imparte cursos de Danza Española por todo el territorio nacional e internacional.

Ángel Rojas: Bailarín y coreógrafo de danza española y flamenco. Fundador, junto a Carlos Rodríguez, del Nuevo Ballet Español, que se transformaría en la compañía Rojas y Rodríguez. Coreógrafo invitado del Ballet Nacional de España. En 2015 elegido por el Ayuntamiento de Madrid para crear el Festival Flamenco Madrid y en 2018 asumió la dirección artística del nuevo Teatro Flamenco Madrid, embarcándose en el proyecto Ángel Rojas Flamenco Dance Project.

Eduardo Martínez: Primer bailarín del Ballet Nacional de España. Licenciado en Pedagogía de la Danza y Máster en Artes Escénicas (Universidad Rey Juan Carlos). Ingresó en el Ballet Nacional de España (BNE) en 2002; en 2005 categoría de solista. Ha estudiado con Antonio Najarro, Aída Gómez, Adrián Galia, Antonio Canales, Carlos Rodríguez y Maribel Gallardo, entre otros. Primer Premio de danza española y el Premio Dávalos-Fletcher en el Concurso Nacional de Castellón (2002), mención especial en el VII Concurso Iberoamericano de Danza Alicia Alonso.

Javier Moreno: Bailarín del Ballet Nacional de España (BNE). Estudios de danza española en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma. Estudió con maestros, como son Mariló Uguet, Currillo, Paco Pozo, Malena Mexía, Julia Estévez, Ana López, Arantxa Carmona, Cristina Jerez y Beatriz Martín, entre otros. Premio a la Interpretación Fundación Dávalos-Fletcher en la XXIII Convocatoria Nacional de Danza Ciudad de Castellón.

Cristina Cazorla: Graduada Superior de Danza en el itinerario de Coreografía y especialidad de Danza Española y Flamenco en el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila de Madrid (CSDMA). Titulada en Enseñanzas Profesionales de Danza Española en el Real Conservatorio Profesional de Danza “Mariemma” (RCPD). Ha bailado en el Ballet Nacional de España (BNE) y Sara Cano Cia (elenco del espectáculo VENGO, Premio Max 2020).

Santiago Galguera: Gaitero y danzarín tradicional. Director del grupo de música tradicional Los Indianos de la Maleta al Agua. Director del Grupo Etnográfico del Oriente de Asturias. Profesor de baile tradicional. Talleres de danza para la IV edición del Encuentro Con Los Maestros.

 

Expertos e invitados. Mesa redonda, conferencias y charlas
Roger Salas
José Miguel Onaindia
Ricardo Cué
Ygor Yebra
Luis Onain

Actividades paralelas
I Certamen de Música y Danza española e hispanoamericana “Ribadedeva en Danza”.
Concierto Lírico: Soprano, Thalia Garrido; pianista, Luis Noain.
Cena solidaria en favor de Cáritas Ribadedeva. 

Relación de becas y premios V Edición Encuentro con los Maestros. Ribadedeva en danza
Beca Ayuntamiento de Ribadedeva: Susana Algora. (50 % del programa para 2022).
Beca Devatur: Natalia Thais. (50 % del programa para 2022).
Beca Ballet Nacional de España (bailarín): Marta Clemente. (Participación durante dos semanas en los ensayos del Ballet Nacional).
Beca Ballet Nacional de España (músico): Isabel Anaya. (Participación durante dos semanas en los ensayos del Ballet Nacional).
Beca Másterclass: Thalía Garrido e Isabel Anaya. Paco del Pozo (cantaor) y José Luis López Fernández (violonchelista).
Beca Taller Coreográfico: Sara López Fort. Invitación al taller coreográfico que impartirán La Lupi y Eva Yerbabuena en Bilbao Flamenco Faktoría (BFF).
Beca Taller Ángel Rojas Flamenco Dance Project: Jorge Morera. Participación en los ensayos o taller coreográfico de la compañía de danza de Ángel Rojas.
Premio Coreografía. Invitación coreógrafo novel Encuentro con los Maestros: Javier Moreno. Residencia en la VI Edición de Encuentro con los Maestros para ejercer de colaborador creador del proyecto.

(Zapatos para Irene)

 

Yolanda Vázquez es periodista especializada en danza
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