Sexta edición para las Estancias Coreográficas que se desarrollan en Oviedo, que aunque este año no cuentan con Lucía Piquero, una de las codirectoras del proyecto, recuperan a la doctora en Pedagogía de la Danza e investigadora Leticia Ñeco Morote, que coordina, como ya lo hiciera en las dos primeras ediciones, el área científica y académica de la cita. El coreógrafo y bailarín asturiano y artífice de la idea, Yoshua Cienfuegos, acude en solitario por primera vez como director, dado que Piquero, con quien ha compartido esta tarea hasta ahora, hubo de ausentarse por compromisos académicos y profesionales.

Cienfuegos aborda el contenido de este sexto cónclave desde la renovación de temáticas y desarrollos que conduzcan a un mayor entendimiento del espacio, el sonido, la fenomenología, la performance y la hibridación que se dan en la danza. Sobre todo, y para esta ocasión en la danza española, el folklore y el contemporáneo, incluyendo su rama más performativa. Por eso esta edición cuenta con dos profesores de excepción en el campo de la creación flamenca más genuina y renovadora del panorama nacional: Marco Flores y Juan Carlos Lérida. “Estoy contento porque seguimos llenando un espacio que no habita nadie y por el que todos los veranos apostamos desde Asturias. Creo que hacemos un servicio y una labor importante que tiene su propio eco”, explicaba Cienfuegos justo al comienzo de la cita. El coreógrafo asturiano comenzará este septiembre el montaje de una nueva creación que tiene como base la música de cámara, la lírica y el Réquiem de Mozart, que será una parte importante de un espectáculo donde la traza contemporánea de carácter interdisciplinar formará parte de un nuevo entramado creativo.

Como es habitual, el encuentro artístico y académico se nutre de asistentes cuyas procedencias son principalmente nacionales en esta ocasión. Alrededor de unos 40 participantes se han acercado este año a Oviedo para beber directamente de las fuentes de los coreógrafos invitados, que este año fueron, además del propio Cienfuegos, Lérida y Flores, bailarines y coreógrafos de flamenco, y Javier García Ávila, folklorista y actual director del Ballet Folklórico de Madrid. La muestra está coordinada y producida por Jesús Mascarós y Elisa Novo, y este se viernes exhibirá en la sala Camco del teatro Campoamor el resultado coreográfico de estos días de trabajo.

Cienfuegos dice que siempre ha tenido un interés personal por indagar en la asentada tradición popular procedente del folklore, y “ya desde hace tiempo contemplábamos la idea de abordar estas temáticas desde el marco que nos ofrecen las Estancias Coreográficas con todas sus posibilidades. Era un tema que tarde o temprano íbamos a tocar”.

El marco teórico

Tanto es así que la idea ha cuajado este año en un programa desarrollado entre coreógrafos, investigadores, músicos, folkloristas e instrumentistas que se han encontrado en Oviedo durante quince días y que han tenido el Teatro Campoamor y el Auditorio de Oviedo como foros de experimentación y discusión, espacios cedidos por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, área municipal directamente implicada en la realización del proyecto. El encuentro, dividido, como ya es pauta, en dos fases o ciclos de trabajo y extensión, comenzó con la llegada e intervención del bailarín y coreógrafo gaditano Marco Flores, uno de los abanderados de lo que podría llamarse flamenco de tercera ola, y que este año ha recibido el Premio Ojo Crítico que otorga anualmente el veterano programa cultural del mismo nombre de Radio Nacional de España.

Flores, quien también repite como invitado en Estancias (estuvo presente en la edición de 2017), entiende su intervención en Oviedo como “un proceso abierto y fluido que nunca acaba y que se ciñe siempre desde el respeto hacia lo nuevo, hacia lo que pueda surgir y que está permanentemente saliendo”. En ese sentido, estar inmerso en jornadas de trabajo como las que proporciona un caldo de cultivo de este calibre “siempre es un aliciente, que además no cesa”, dice el coreógrafo gaditano. “De mi participación me llevo muchas cosas, siempre interesantes, siempre interpretables y siempre a la mano para usarse, para traerlas a mi forma de hacer,” dice. Del mismo modo se hace imprescindible “ver cómo salen las dudas que plantean los investigadores, lo que preguntan y el momento en que lo preguntan y lo que eso supone de reto para nosotros”, concluye.

Y es que ese es el verdadero engrudo que surten los procesos internos que se abren en Estancias Coreográficas: constituirse en la matriz fundamental de un itínere interno y externo que se desarrolla a la par sobre la danza, haciéndose en el momento de hacerse, y que permita anclar ideas y marcos ágiles y legibles adheridos al pormenor indispensable del estudio y la referencia. Y eso es lo que hace, desde el equipo de investigación, un conjunto de expertos, en total trece personas, que este año vuelve a estar capitaneado por la pedagoga murciana Leticia Ñeco Morote, profesora en el Conservatorio Superior de Danza de Alicante y una de las primeras investigadoras que realizó una tesis doctoral en España sobre optimización y comprensión del movimiento que podía ser aplicado a la enseñanza.


La investigación: la doble A, Alicante estudia en Asturias

Reuniones, conversaciones, intercambio y, sobre todo, reflexión en vivo y al alza. Esa es la propuesta que muchas mañanas, y desde el pasado 25 de julio y hasta este viernes, han acaudalado Ñeco y su equipo, un grupo de estudiosos cuya flexibilidad horada la tradición para hacerla cercana, entendiendo el método deductivo y empírico como una suerte de vademécum con todo lo expuesto en tabla y lo preguntado a los protagonistas más allá de su propia mirada. Un trabajo ingente que no permite bajar la guardia, y en el que radica buena parte de lo que luego se traducirá en una publicación, la que siempre sirve de colofón a cada edición de Estancias: el patrimonio documental, los hallazgos convertidos en aportes e ideas coherentes y sistematizadas que facultan el porqué del qué de la danza en la danza.

Cuestionarios, test, evaluaciones, toma de apuntes y métodos de notación, y aplicación pormenorizada escrutan sin fin fases de movimiento experimental puesto en las clases al servicio de la tradición de raíz más vernácula, flamenca y folklórica, que se alean con las fases de sonido originado desde una viola de gamba, instrumento de cuerda utilizado en el Renacimiento (Luis Miguel Sanz), pandereta (Jesús Riviero), acordeón (Vadim Yukhnevich), piano (Giuliano Parisi, que repite en EC) y Begoña Muñoz, que aporta la realización del sonido de acabado electroacústico.

Y todo ello abarcando también la idea de experimentación performativa sobre la propia improvisación que se da en el transcurso de las clases. Los paradigmas dancísticos a estudiar inciden en la metodología de los propios investigadores que ven en vivo y en directo preguntas y respuestas a cuestiones diáfanas que de otra manera estarían bastante más lejanas, o directamente serían imposibles de abordar. Una viola de gamba o una pandereta no es algo con lo que el cuerpo contemporáneo o más performativo interactúe a diario, y sin embargo condiciona el entendimiento bailado y su hecho referencial.

Así, pues, lo flamenco incide en la percusión corporal de la misma manera que lo folklórico explica una procedencia; una celebración natural de carácter ritual que hunde su origen en el pasado puede volver al siglo XXI con carácter de novación, pues es el cuerpo quien se acopla a un sonido antiguo como si fuera nuevo. Tradición e innovación están ahí delante.

Por esta razón, y así lo propuso uno de los coreógrafos invitados, el folklorista Javier García Ávila, puede entenderse que la pureza de raíz folklórica más genuina se vuelva impuramente pura según su traducción o uso, y eso no viene más que a incidir sobre lo que el cuerpo entiende cuando oye y bascula desde la coreografía, la improvisación o la performatividad, un movimiento haciendo propio un entender, una forma de traducción; en definitiva, la belleza en estado original (virginal) de la danza y su ancestro.

Pero: qué se analiza mientras otros bailan

Es de lo más frecuente que, visto desde fuera, cualquiera se pregunte qué es lo que otros anotan mientras muchos bailan. La respuesta a esa pregunta es, en apariencia, más sencilla de lo que parece, aunque luego se pueda ir a los detalles.

Estancias Coreográficas permite a los estudiosos disponer del material de disección corporal móvil de modo automático mientras realiza evoluciones, fraseos, pautas improvisadas o directamente improvisaciones que a quien mira separando le permite traducir lo expuesto como impresión y letra habiendo sido inmediatamente antes letra impresa, es decir, letra bailada.

Así, los investigadores, según cada línea o área de trabajo, orientan sus notas hacia el campo de estudio en el que cada uno se maneja o es especialista y se dan ámbitos de profundización y análisis como base y paradigma del arte performativo, su identidad y estructuralismo, la Teoría General de Sistemas (TGS) (Bertalanffy, 1976), el sentido y orientación de la performance, semiótica, flow (estado de flujo), la tradición innovada de la danza española, metalenguajes y su influencia en el contenido bailado, o directamente comprobar la proporción y eficacia de códigos de danza mucho más híbridos. Es decir, un compendio de marchas teórico-prácticas que permiten avanzar y bosquejar sobre el papel nuevas áreas de trabajo y traducción, tal como se ha visto en el caso del folklore, sus ámbitos, ritos y ruralidad. Y lo mismo cabría decir en el caso del flamenco.

Interponer, volcar e intentar valsar, esa es la cuestión y el tema; una dimensión dirimente en la que siempre se intenta explorar importando y exportando tradición y vanguardia dentro de distintos campos de sonido y espacio, aquellos que permiten ver, y por tanto hacer sentir, la transformación de la danza en el cuerpo que piensa mientras baila.

Cuadro de participantes

Coreógrafos e investigadores Estancias Coreográficas 2019 (EC19) Oviedo 25 julio-9 agosto 19

Innovación, tradición e investigación performativa
Coreógrafos: Yoshua Cienfuegos, Juan Carlos Lérida, Marco Flores, Javier García Ávila

Equipo de Investigación Conservatorio Superior de Danza de Alicante en Estancias Coreográficas EC19
Leticia Ñeco: Coordinación de investigación, tutela, Introducción
Carina Gonda: Fenomenología y hermenéutica en: Bases paradigmáticas de lo performativo
Luís Martínez: El estructuralismo en el paradigma de investigación performativa: El proceso de investigación EC19
Lucía Fernández: La Teoría General de Sistemas desde la percepción del participante: Protocolo performativo
Raquel Pina: Performance y acción artística en Estancias Coreográficas
Elena Molina: Comunicación y semiótica en Estancias Coreográficas
Raquel Ferrer: Flow Theory en los intérpretes Estancias Coreográficas
Zaira Cippitelli: Análisis DAFO en EC19 mecanismos de distribución internacional
Rocío Sempere: Innovación y tradición en la danza española en el proceso de investigación EC19
Gemma Valenciano: Los códigos de la danza española desarrollados en EC19: Hibridación
Conchi Marín y Paula Oliva: Matriz de contenidos interdisciplinares de la danza española y contemporánea en EC19: metacontenidos
Totalidad del equipo artístico EC19: Reflexión participante: Autoetnografía
Investigadoras externas: Dra. Rosa de las Heras, Katherine Valera

Yolanda Vázquez es periodista especializada en danza