Acercarse al Centro Cultural de La Caridad en El Franco, Asturias, para contemplar las obras del artista Carlos Cruz-Diez (Caracas, Venezuela, 1923), puede ser la manera más sencilla de conocer y profundizar en su propuesta plástica, cromática y óptica. En “EFÍMERAS” se presentan once piezas representativas de su estilo, impresiones sobre vinilo con dimensiones entre los 100 x 100 cm y los 300 x 300 cm.
La exposición ha sido posible gracias al entusiasmo de la Asociación de Amigos As Quintas, encabezada por el escultor Herminio, y a la colaboración de la madrileña Galería Cayón, especializada en arte geométrico y cinético, corrientes próximas a Cruz-Diez.
Entre 2014-2015 tuvimos la oportunidad de disfrutar en el Centro Niemeyer de Avilés de su proyecto Color Espacial, intervención específica -a gran escala- para el espacio bajo la cúpula del edificio. Ahora también se han realizado obras concretas que se adaptan a las salas del Centro Cultural, obras que, desde una apariencia sencilla, desde la cercanía e intimidad que propicia el lugar, permiten el acercamiento a la obra, su análisis y valoración. Estamos ante una oportunidad única de disfrutar de las últimas creaciones del artista, reflejo de su larga trayectoria profesional y fruto del rigor y de las investigaciones sobre el color, la percepción y la geometría.
En el díptico de presentación, el artista comenta que trabaja al límite de la “visión normal”, no para generar “efectos” sino para evidenciar circunstancias desconocidas, pero reales, de la visión”. De esta manera, es capaz de despertar nuestra curiosidad e impregnarnos de sensaciones contradictorias sobre la percepción, dudas que nacen de un planteamiento riguroso de las leyes de comportamiento óptico. En las muestras de Cruz-Diez es necesario el papel activo del receptor, visitante que, desplazándose y observando desde distintas perspectivas, percibe modificaciones formales pero, sobre todo, cromáticas, evidenciando que el color es susceptible de cambios y transformaciones continuas en el tiempo y en el espacio. En el transcurso del diálogo que se desencadena entre cada obra y cada observador, el color se va modificando, provocando una experiencia única e intransferible.
Estamos ante uno de los artistas contemporáneos más influyentes en el estudio científico y sensorial del color; algunas publicaciones en torno a su teoría y práctica se han convertido en referentes para la investigación y para otras generaciones de artistas. En el catálogo de la exposición El Color Sucede de 2009, organizada por la Fundación Juan March, hallamos un interesante documento del crítico cubano Osbel Suárez, La razón del color, clave para valorar la teoría y práctica de Cruz-Diez. También Reflexión sobre el color y el documental “La vida en el color” del propio artista, son referencias básicos para entender y valorar sus aportaciones.
Las piezas expuestas en La Caridad son representativas de su trabajo actual en el que, por un lado, es clave la implicación del público, vivir la experiencia ante las obras para entender su subjetividad formal y cromática, los efectos cambiantes son sorprendentes, atraen y provocan múltiples interrogantes, porque lo que acontece parece no existir ni en la obra ni en el espectador, sino en la interrelación entre ambos y, por otro lado, consigue desnudar el color de simbologías y significados preestablecidos para entenderlo simplemente como recurso creativo, dúctil y adaptado a las investigaciones del autor que se ven reafirmadas por diversos recursos técnicos y formales como los colores aditivos, la fisicromía, la transcromía, las inducciones cromáticas o las cromointerferencias. Son estos recursos los que provocan experiencias sensoriales que traspasan los límites de la mera percepción visual. En las superficies de cada pieza, se produce un acontecimiento cromático que evoluciona continuamente contradiciendo su naturaleza plana y alejándose de cualquier criterio aplicable a obras bidimensionales tradicionales, experimentando el color como elemento autónomo no dependiente de ninguna forma o soporte.
Sus propuestas, como comenta el propio artista, ponen en evidencia nociones de tiempo, espacio, inestabilidad, mutación y lo efímero de nuestras relaciones con el universo y las cosas más simples que nos rodean. Desde la coherencia absoluta, las piezas son efímeras, como el título, por eso visitarlas es una experiencia única e irrepetible.
“EFÍMERAS” de Carlos Cruz-Diez
Centro Cultural As Quintas, La Caridad – El Franco, Asturias
Hasta el 30 de septiembre
Santiago Martínez es profesor de Historia del Arte
saguazo@yahoo.es