En el exterior, aunque aún son las cuatro y media de la tarde, todo está oscuro y el paisaje recuerda a los paisajes de esas ciudades nórdicas donde casi siempre es de noche. En el interior del cine, con las luces ya apagadas del todo, una mujer yace en una playa, a orillas de un mar helado y turbio. Lleva un vestido de fiesta y también está oscuro. Comienza ‘Quién te cantará’, la nueva película de Carlos Vermut.
La historia de esa cantante que ha perdido la memoria y que tiene la mirada vacía porque su interior también lo está. La cantante está interpretada por Najwa Nimri y en más de una ocasión a lo largo de la película su actuación me recordará a la de Gena Rowlands en ‘Opening night’. Pese a que físicamente las dos actrices no tengan nada que ver, el personaje de Nimri, como el de Rowlands en la película de John Cassavettes, logra representar desde ese vacío toda una intensa gama de emociones sin abandonar nunca la contención más rigurosa. El desamparo de Nimri, aunque por motivos diferentes, recuerda al desamparo de Rowlands. Los mismos aullidos contenidos, los mismos arañazos. El mismo desamparo, sí, y la misma fragilidad. Vamos, poco a poco, conociendo la complejidad de esa mujer y el pasado que domina su presente, los entresijos de la historia, la trama que idea el personaje de Carme Elías (elegante, sofisticada, soberbia en cada gesto, en cada matiz).
Y entonces aparece la mujer interpretada por Eva Llorach, tan frágil, tan desorientada, tan rabiosamente humana y actual, y todo se complica aún más. Es extraordinario el modo en el que la actriz muestra ese dolor que rasga su mirada, sus silencios, su miedo, su impotencia, su trémulo deambular. Su personaje tiene una hija (una Natalia de Molina a la que bastan cuatro escenas para convertir a su personaje en una presencia casi terrorífica) y el voltaje de la historia sigue en aumento. El melodrama está servido. Hay dolor, hay sufrimiento, hay misterio, hay tensión. Hay máscaras y hay espejos. Y hay una serie de momentos memorables: cuando suena la canción de Mocedades que da título a la película al compás de los movimientos de las actrices y el juego de los altísimos tacones y el ancho pantalón de color rosa, el brutal enfrentamiento entre madre e hija, el regreso a casa de esa madre tras una noche de sexo, la última presencia de Nimri sobre el escenario (y aquí también volvemos a recordar a Rowlands en el final de la película más compleja de Cassavettes)… Y hay un puñado de canciones, perfectamente insertadas en la narración, que le dan sentido a la historia.
Intensa, brillante, demoledora, ‘Quién te cantará’ confirma el enorme talento de su director. Y que la oscuridad sigue en conflicto con esa luz que intenta colarse por las rendijas.
Ovidio Parades es escritor
@ovidioparades