No se puede
confundir
lo plausible
con
lo mejor.
Lo dijo
Richard
Ford
ante
miles
de
personas.
Y esta
vez,
miles
no es
una forma
de hablar.
Mientras
esperábamos
la llegada
de Mr. Ford
observaba
a
la multitud
tratando
de
verla
con la
perspectiva
suficiente
pero sin
olvidar
que yo
también
formo
parte
de ella.
Me
ocurre
cada vez
más
a
menudo:
ya no
soy
capaz
de
considerar
una
multitud
como
un crisol
de matices
y
diferencias.
No.
Soy incapaz.
Para mí,
las
multitudes
sólo son
bloques
compactos,
empujados
por
el ansia
de llevarse
algo
en limpio,
acostumbrados
a que
se les dé
la razón.

que es
una
percepción
desesperadamente
individual,
egoístamente
injustificada.
Pero
las sensaciones
son
como
muchas
reacciones
del cuerpo:
imprevistas,
persistentes,
nítidas.
Aunque yo,
en lo que
quería
insistir
es en
lo que
dijo
Richard
Ford:
una cosa
es
lo plausible.
Otra,
lo mejor.
No hay
ninguna
equivalencia
entre ambas
cosas.
Ninguna.

Fernando Menéndez es escritor
@Fercantona