Café con Caroline Deruas

2016 lleva camino de convertirse en un gran año para la cinematografía francesa y lo ocurrido en el Festival de Sevilla lo corrobora, no solo por la cosecha de premios, sino en el número total de producciones que se han presentado. Ocho películas estaban incluidas en una fantástica sección oficial en la que también participaban las nuevas producciones de Xavier Dolan, Whit Stillman, Andrea Arnold o Ulrich Seild. Esos datos presagiaban lo que finalmente ocurrió, un aluvión de reconocimientos a una industria cinematográfica que se siente apoyada por una coherente política cultural. Algo muy alejado de nuestro 21% de IVA.

Y la lista de nombres provoca cierto vértigo. Empecemos por la B, de Bruno Dumont, el director que ha dado un radical giro a sus películas, dejando el tono retorcido y existencial de La humanidad, Hors Satán o Camille Claudel para dar el salto a la comedia irreverente, surrealista y gore. Ma loute sigue la estela de Petit Quinquin, la alocada y alucinante serie de televisión, combinando melodrama, comics y expresionismo en un pueblo costero del norte de Francia a principios del siglo XX. Dumont hace una irreverente sátira de burgueses y paletos a los que ponen cara Fabrice Luchini, Valeria Bruni Tedeschi y una Juliette Binoche tan vuelta de revoluciones que su papel parece una de las celebrity de Joaquin Reyes. Y entre tanto peso pesado se cuela Raph, joven y andrógina actriz que llena la pantalla de versatilidad y sutileza, lo que llevó al jurado a otorgarle el premio a a la mejor interpretación. Con todos estos elementos, Ma loute se llevó el Giraldillo de Oro, máxima distinción del certamen sevillano. Bruno Dumont es un viejo conocido del público asturiano ya que estuvo en Gijón en el año 2006, cuando el equipo que dirigía José Luis Cienfuegos programó una retrospectiva de su filmografía.

Otro cineasta que pasó por Gijón en el año 2009 se llevó el premio a la mejor dirección. Alain Guiraudie presentó Rester vertical, una película de sexualidad cósmica que sigue la estela de Le roi de l´evasión, convirtiendo lo escabroso en natural gracias a un chispeante sentido del humor. La tercera película que se sumó al elenco de premios es Le fils de Joseph firmada por Eugène Green, experto en mostrar la verdad y el orden como el caso de La sapienza. Su ambición conceptual y audacia y la belleza y precisión de su lenguaje ha sido determinante para llevarse el premio al mejor guión. Un guión que nos habla de un portal de Belén trasladado al París actual en el que el joven Jesús es interpretado por Victor Ezenfis, al dotar al personaje una mixtura de ligereza, profundidad y una emocionante contención que fue premiado.

Fuera del palmarés han quedado películas que también merecían reconocimiento. Entre ellas, sin duda, Personal Shopper de Olivier Assayas, que se desplazó a Sevilla para defender su propuesta de terror psicológico premiada en el pasado Festival de Cannes. Interpretada por Kristen Stewart, quien es perseguida por fantasmas y encerrada en una incomunicación asfixiante, mucho más peligrosa a largo plazo. Otra buena película era Une vie, adaptación de una novela de Guy de Maupasant bajo la batuta de Stephane Brizé, multipremiado por su anterior cinta La loi du marché. Y como es habitual en las secciones oficiales, una película asume la carga polémica con espectadores, tanto a favor como en otra. Es el caso de Malgré la nuit de Philippe Grandieux, un recorrido narcótico y fantasmagórico sobre deseos, perversiones y violencia sexual que consiguió aplausos y deserciones al cincuenta por ciento. Otras dos películas francesas estaban en la sección oficial, aunque fuera de concurso, La prunelle de mes yeux y Le cancre. La primera, dirigida por Axelle Ropert, es una tragicomedia a la que ella definió como excéntrica y políticamente incorrecta. La segunda estaba firmada por el veterano Paul Veccialli, homenajeado por el Festival en la pasada edición.


En “Las Nuevas Olas”, otra de las secciones competitivas, Caroline Deruas se llevó una mención especial por L´indomptée, una reflexión sobre amor y arte en la Academia de Roma. Otras películas proyectadas fueron In bed wiht Victoria de Justine Triet, Le parc de Damien Manivel o Voir du país de Delphine & Muriel Coulin.

Y como sorpresa, el as que el Festival se guardaba en la manga. La presencia de Bertrand Bonello al que se dedicó una retrospectiva de sus cortometrajes Cindy: the Doll Is Mine, Where the Boys Are y Sarah Winchester y Ghost Opera, además de un pase especial de Nocturama, tras su paso por San Sebastián, El director volvió a confirmar, como hizo a LaEscena en septiembre, que la música está presente en todas y cada una de sus proyecciones.

Para finalizar, hay que recordar los dos premios de honor que también tenían acento francés. El actor Vincent Lindon recibió su premio en la gala de inauguración y la actriz y directora Valeria Bruni Tudeschi a mitad de semana.

Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64