Federico García Lorca

HA muerto Robinson.

«FLOR de barrio, hermanito” (Rubén Blades).

JUGADORES líricos de los que ya no quedan.

FERNANDA Solórzano: «Una realidad que no va a terminar».

«ESTAMOS rodeados de virus ideológicos” (Jessica Hausner).

TOMAR el atajo largo.

PASTELES. Una madre. Como si nada hubiese pasado.

NARCISISMO disfrazado de homenaje: mostrar la foto de uno junto a la persona homenajeada.

OBITUARIOS onanistas.

PRIMERO necesité la distracción de la trama. Ahora vuelvo al hueso de la escritura.

LA implacable y dulce persecución (desde hace ya tiempo) del poema «La aurora» de Lorca y de la frase de Cohen: «He visto el futuro y es un crimen» (en «The future»).

«EL corazón secreto del reloj». A veces, los títulos.

«EL mundo de la cultura no valora el arte sino el dogma» (Bret Easton Ellis).

LA lectura con un objetivo concreto o con un sentido práctico no es, en realidad, una lectura libre. Aprovecho este encierro para darme a la fuga todo lo que puedo.

COMO lector, estos días me estoy reconciliando con Muñoz Molina, al que le reprocho en ocasiones ser un poco moralista. En un texto que publicó en «Babelia» titulado «Presente de indicativo» a propósito de la escritura de diarios y cuadernos de notas, cita al novelista Ian McEwan, quien piensa que los personajes de las fotografías antiguas nos conmueven porque, a diferencia de nosotros, son inocentes acerca de su porvenir. Me temo que ahora somos nosotros esos personajes de los que hablaba McEwan.

LA palabra: infodemia.

NO el Jesús que murió en el madero sino el que anduvo en la mar.

DESEO de ser un leopardo de las nieves que va borrando con su larga cola las huellas que deja.

LO dijo Kiko Veneno: se puede vivir sin fútbol. ¿Aprenderá algo ese mundo de este paréntesis?

CAMINO a casa de mis padres. Siento el vacío y la soledad como un terrible redoble.

«IMPACIENCIA sin meta». Handke, anticipándose.

ME dicen desde Mieres que se ha muerto Mariano. Como tituló el periódico: «Escritor novel a los 83». Mariano fue al taller de escritura hasta que se lo impidió su salud. Cariñoso, entusiasta. Qué pena da saber que ya no está. Aparte de escribir, lo que más le gustaba era pescar.

Fernando Menéndez es escritor
@Fercantona