Fotograma de la película Lumieres d'été

Las secciones oficiales de los festivales de cine suelen ofrecer a los espectadores una montaña rusa de sensaciones, con subidas y bajadas constantes en calidad e interés. No ha sido el caso de la segunda edición de Novos Cinemas, el Festival Internacional de Cine de Pontevedra. El equipo, liderado en su vertiente artística por el cineasta Angel Santos (Las Altas Presiones) sigue apostando por la calidad, dejando a un lado la cantidad. Por eso en la sección oficial solo entraron ocho producciones, mayoritariamente europeas.

Al margen de estilos, narrativas y propuestas, todas incorporan un elemento común, el paisaje bien sea urbano o rural. Las ciudades y los lugares apartados son determinantes en todas las películas y terminan convirtiéndose en un personaje más, haciendo bueno el binomio de paisaje y paisanaje. Lisboa (Antonio, um, dois,tres) da paso a Oporto (Porto), París (Occidental), Roma (Los objetos amorosos), Hiroshima (Lumieres d´été/Natsu no Hiraki), los Alpes italianos(I tempi felice verrano presto), las montañas búlgaras (Bezbog) o La Garotxa en Cataluña (Estiu del 93).

I tempi felici verranno presto” de Alessandro Comodin es una arriesgada e interesante propuesta, por su particular modo de contar varias historias de una manera enigmática e intrigante. La experiencia del sueño y la fantasía nos acercan a una imaginación mítica y colectiva que evocan los cuentos de hadas. Pero aquí el silencia gana la partida a la palabra y lleva la película al lado oscuro. El jurado formado por Alejandra Trelles, Carlos Losilla y Nely Regueira le otorgó una merecida mención especial por “la fuerza y sugerencia de sus imágenes que viajan de una manera muy libre de la realidad al mito”.

Vuelve conmigo a Italia que diría Hidrogenesse. La capital del país destaca en “Los objetos amorosos” de Adrián Silvestre, premio FIPRESCI en la pasada edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla. En la frontera entre el documental y la ficción, la película aborda la migración femenina en la Roma de nuestros días a través de la historia de amor entre dos mujeres que surge de manera natural y espontánea. Silvestre propone una hipnótica manera de contar historias en su ópera prima con una mirada personal y original. Dará que hablar.

Y de capital a capital. París ya no es la ciudad del amor, sino la de las protestas y disturbios. Ese es el punto de partida de Occidental, de Neil Beloufa, reconocido video artista que mete a todos los personajes en el Hotel Occidental y termina construyendo una delirante película con evidentes evocaciones a Karuismaki. El director termina construyendo una aparente historia de cine negro, pero que esconde veladas referencias a la hastiada y decadente sociedad occidental volcada peligrosamente ante la intolerancia, racial, religiosa y sexual. Muy aplaudida en el pase oficial, se llevó el premio del jurado joven.

Tercera capital. Lisboa, ciudad de la luz, aparece retratada en “Antonio, um, dois, tres” de Leonardo Mouramateus, una coproducción entre Brasil y Portugal. La ciudad se convierte en escenario del curriculum sentimental de jóvenes enamorados no correspondidos o que buscan causas perdidas. Se trata de una libre adaptación de “Las noches blancas” de Fiódor Dostoyesvski en la que Antonio huye de su casa, Johnny teme el fracaso de su primera obra teatral y Débora quiere volver a su casa en Brasil. Tres puntos de vista y tres dimensiones para una historia.

Y sin salir del país vecino, Oporto también reclamó su presencia en la sección oficial. Y lo hace cobrando protagonismo y dando título a la película dirigida por el brasileño Gabe Kiingler. “Porto” sirve de escenario a un romance esporádico, eufórico o y melancólico al mismo tiempo, con momentos linklaterianos, pero sin sensación de tiempo real La producción transmite pasión, gracias al esfuerzo de sus dos protagonistas, una banda sonora intuitiva y el uso de diferentes formatos (35 mmm, 16 mm y super 8) para narrar la película.

Podría ser un pueblo de la costa mediterránea española, podría. Pero “Bezbog” es una localidad búlgara en la que la corrupción campa a sus anchas desde la época comunista. La joven directora Ralitza Petrova muestra en la película, que lleva como título el nombre del pueblo, el mundo de los desarraigados y desfavorecidos con un resultado oscuro, muy oscuro. La cinta no pudo tener mejor arranque, ya que se llevó el premio a la mejor pelicula en la pasada edición de Locarno.

Lumieres d´été/Natsu No Hikari” nos traslada a Hiroshima, a través de un director que está rodando un documental sobre el bombardeo de la ciudad en 1945. Jean Gabriel Périot ha realizado una película que arranca como documental, poniendo delante de la cámara a una superviviente de Hiroshima y que, sigilosamente, lleva al espectador al terreno de la ficción con una transición desde la guerra inhumana a la intimidad de la familia. Periot reivindica, acertadamente, la sensibilidad a través de su puesta en escena y la dirección de actores.

Es verano. Una época en la que se acumulan buenos recuerdos, sensaciones y pensamientos.¿Seguro?. “Verano del 93” de Carla Simón es una “sencilla” película que se refugia en lo cotidiano y en la fuerza que emana de las niñas protagonistas, a medio camino entre la tristeza y la luminosidad. La directora retrata las negociaciones y alianzas del mundo femenino con una sutil delicadeza. La película no para de acaparar premios y en esta ocasión se llevó el del público que acudió, día tras día, a las proyecciones del Teatro Principal de Pontevedra.

El verano sigue, pero hay tristeza y apatía entre dos adolescentes que se citan en un espacio verde sin identificar. Así arranca “Le Parc” de Daniel Manivel que se llevó el premio “Novos Cinemas” por “la verdad con la que retrata los primeros encuentros amorosos y su arriesgada propuesta narrativa”. La película es un diagrama de 75 minutos, vestida con un aspecto minimalista, que nos lleva muy lejos y en la que la luz y su ausencia abren paso a la imaginación y el peligro. Manivel termina haciendo magia sentimental evidente, pura, pero a la vez perversa.

Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64