Fotograma de "Pacificado"

Llega la reflexión después de nueve intensos días en los que San Sebastián acogió estrenos mundiales y nacionales agrupados en las diferentes secciones del certamen. Como siempre la más destacada en atención de medios de comunicación y asistencia de público ha sido la Sección Oficial, que este año no partía con películas favoritas y predestinadas al reconocimiento. Así que había expectación por conocer las películas ganadoras.

La Concha de Oro ha recaído en “Pacificado” dirigida por Paxton Winters, convirtiéndose en la primera película brasileña que se lleva el premio en Donostia. El título parece indicar que hubo acciones de pacificación entre los miembros de jurado, porque no hay explicación para darle el máximo reconocimiento y además los premios al actor (Bukassa Kangedele) y fotografía (Laura Merians, primera mujer en ganarlo). Se nota que Winters viene del periodismo y trabajó el género documental en su arranque en el cine. Por eso “Pacificado” quiere ser una radiografía de la favela Morro dos Prazeres, un campo de batalla urbano después de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Tratada con efectismo es una película “correctita” que bebe, sin duda, de “Ciudad de dios” realizada por Fernando Meirelles y Kátia Lund, pero queda muy lejos de ésta.

El premio especial se lo lleva “Próxima” de Alice Winocour, película que tampoco estaba en los pronósticos. Tal parece que el jurado ha querido destacar el trabajo de dirección y la apuesta por el atípico tratamiento de la maternidad en un gremio tan masculinizado como el de la ingeniería espacial. Eva Green se pone en la piel de una astronauta que se siente culpable por no dedicar más tiempo a su hija Stella de siete años. Un empeño que parece creíble y loable en la primera parte, pero que desemboca en caminos estereotipados que lastran el final, sin duda lo peor de la película.

Si baremamos número de premios e importancia de los mismos, la más destacada ha sido “La trinchera infinita” dirigida a seis manos por Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga. La película, favorita de la crítica nacional e internacional, se lleva el premio a la mejor dirección, al mejor guión, además del Premio Feroz a la mejor producción nacional y el Premio Irizar a la película vasca. Esta vez no es Euskadi el territorio donde ubican su alegoría sobre el miedo, sino Andalucia. Y lo hacen ocultando a Antonio de la Torre en un zulo durante más de treinta años, con el amor y la complicidad de su mujer, interpretada por Belén Cuesta.

El premio a la actriz si es acertado, sobre todo porque se ha repartido ex aequo entre Greta Fernández y Nina Hoss, un reconocimiento a una actriz novel y a otra veterana. La joven actriz española es el puntal de “La hija de un ladrón” dirigida por la cineasta Belén Funes, a quien LaEscena ya dedicó un foco en 2016 con motivo de su cortometraje “Sara a la fuga”. Greta Fernández pone a cara a Sara, mezclando fuerza y desamparo, de manera tan realista que en muchas escenas coquetea con la no ficción. El reconocimiento a la veteranía le corresponde a Nina Hoss, actriz habitual en las producciones alemanas. En “La audición”, dirigida por Ina Weisse, ella interpreta a una profesora de conservatorio inmersa en una crisis personal a la que intenta dar salida a través de la excesiva implicación en la formación de un joven alumno.

En la Sección Zabaltegui-Tabakalera las concesiones al público son las justas. Por aquí no aparecen películas populistas y buen rollistas como “Especiales” de Olivier Nakache y Eric Toledano o “Sorry we missed you” de Ken Loach. En Zabaltegui entran películas de diferente género y metraje, dirigidas a público exigente y nada complaciente. Por eso no resulta extraño que más veinte personas se fueran de la proyección de la película ganadora en su primer pase. Dato interesante, porque las salas de Tabakalera son muy pequeñas. “Estaba en casa, pero…” dirigida por Angela Schanelec, se convierte en un ensayo filosófico sobre la existencia y el arte, aunque deja una rendija de espacio al humor. Es una propuesta de cine misterioso y arriesgado que reta al espectador, dejando muchas puertas abiertas a la libre interpretación. Tiene asegurado estreno en España para el mes de febrero, gracias a la decida apuesta de la distribuidora Numax.

La película ganadora de la sección “Nuevos directores” es “Algunas bestias”, segunda producción del chileno Jorge Riquelme. Se trata de una película inicial, pequeña en la que nos introduce en las zonas más oscuras de cada uno estos personajes, planteando al espectador, preguntas y reflexiones al cincuenta por ciento. La visita familiar a una isla de sur de Chile sirve como excusa para temáticas profundas y dolorosas, que nuestra sociedad debe abordar.

El Premio “San Sebastián Gipuzkoa Film Comission” reconocer a la película que mejor refleje los valores naturales, culturales, urbanísticos o sociales del lugar en que fue rodada. Esta año estaba claro y el premio se fue para “O que arde” de Oliver Laxe rodada con la colaboración de Asturias Paraíso Natural Film Commission. El entorno gallegoasturiano y los personajes se convierten en protagonistas del film, reflejando la dureza de la tierra y la humanidad de sus gentes.


José Antonio Vega
 es colaborador de laEscena
@joseanvega64