Foto de familia de los premiados en la edición 2016 de FETEN / JUAN MORTERA

FETEN ha cerrado su edición número veinticinco con un balance muy positivo ya que se ha conseguido incrementar el número de programadores y los profesionales toman la Feria como un punto de encuentro imprescindible para el sector en España. Según los datos que manejan los responsables, han asistido unas novecientas personas vinculadas a las artes escénicas, en su mayoría compradores potenciales de productos que han tenido un contacto directo con las creaciones y los creadores. Para su directora, Marián Osácar, este cumpleaños no solo es un punto de celebración sino que marca una evolución de FETEN, ya que su personalidad se ha ido enriqueciendo y con ello su ambición. “Hemos conseguido que no sólo acudan aquellos profesionales dedicados específicamente al mundo infantil”, señala Osácar, “sino que una gran parte de la profesión teatral sabe que FETEN es un lugar adecuado para intercambiar ideas, proyectos, tendencias y negocios”. Esa apertura viene dada, en gran parte, por la propia evolución artística de los espectáculos, ya que el repertorio no sólo involucra al público infantil sino que abarca a toda la familia al manejar fuertes elementos espectaculares.

El reto para el futuro está en mantener y profundizar en esta filosofía y conseguir, según su coordinadora, una mayor internacionalización del Festival. “Nos gustaría contar con más programadores extranjeros. Aquí, podrían tener un contacto directo con lo que se hace en nuestro país y se abriría la puerta para exportar”. Esa presencia foránea ya se está produciendo. Un diez por ciento de las compañías que se programan suelen venir de otros países y en esta edición, por ejemplo, se ha organizado un encuentro con festivales de Corea, Sudáfrica, Alemania y Dinamarca. Pero la programación internacional de espectáculos tiene un límite, ya que los espacios no son infinitos y se trata de dar “oportunidad para que se puedan visionar lo que se hace aquí”.

Los profesionales que acuden a FETEN también valoran positivamente estos veinticinco años de vida. Maite Molina, de Vallecas Todo Teatro de la Comunidad de Madrid, considera que la existencia de la Feria es importante porque es una herramienta de acceso directo a las diferentes compañías y a su trabajo. Respecto a los espectáculos asegura: “hay algunos que me han parecido maravillosos, en cambio hay otros que no los termino de ver dentro de lo que sería una programación infantil”. Molina subraya el impacto de la situación económica que provoca una tendencia de las compañías a ir a “pequeños formatos, menos elenco, más utilización de medios audiovisuales o de otros lenguajes que sustituyen al actor. Eso me entristece bastante”. Considera que el gran reto de la Feria, además de temas organizativos, será aunar esfuerzos entre todos los que integran el sector de las artes escénicas y que participan en la misma. “Aquí que se mezclan faunas y floras muy diversas. Deberíamos ser compatibles y trabajar en equipo. Hay espectáculos que funcionan en Madrid, en sala, durante un año e incluso prorrogan a taquilla, y aquí en diez minutos nos los hemos cargado. Los programadores tendríamos que ser más sensibles con los propios creadores”.

Lluís Francés programador del Ayuntamiento de Palau Solitá i Plegamans, un habitual de FETEN, asegura que esta edición ha tenido un sabor especial. “Es un orgullo que este evento haya alcanzado tantas ediciones para todos aquellos que amamos el teatro infantil y juvenil”. Francés pone un notable alto a los espectáculos que han concurrido a esta edición y marca como un reto mejorar en los aforos porque “el crecimiento de participantes ha dejado pequeños alguno de ellos”. Además considera imprescindible conseguir un espacio cubierto amplio para el festival. “No puede ser que las compañías de calle realicen un gran esfuerzo por estar aquí y luego tengan que suspender su actuación por las condiciones meteorológicas”.

Por su parte, Fernan Campnany, del Teatre Nuria Espert de Sant Andreu de la Barca, destaca el alto nivel creativo de los espectáculos que se han podido ver en esta edición. “Hemos visto espectáculos muy buenos y muy creativos. “La imaginación es la llave mágica para superar la falta de recursos”. Campnany también considera imprescindible de cara al futuro replantearse los aforos, ya que muchos espacios se quedan pequeños. Clara Pérez, distribuidora, destaca FETEN como punto de encuentro pero también por el compromiso de la población de la ciudad con el evento. “No se podría hacer teatro para niños y niñas sin niños y niñas y la verdad que todos los espectáculos tienen ese público”. Subraya, así mismo, la mucha imaginación presente en los espectáculos producto “de la pelea por lograr sobrevivir y no desaparecer”. De cara a próximas ediciones, a Pérez le gustaría que la programación fuera más abarcable y que hubiera un espacio alternativo para los espectáculos de calle.

Los creadores asturianos piden tener un mayor protagonismo en la muestra y que FETEN sirva de palanca para acometer producciones más ambiciosas.

Jokin Oregui, director y dramaturgo de la obra premiada ("amour"), acompañado de Maxi Rodríguez, en la entrega de los premios
Jokin Oregui, director y dramaturgo de la obra premiada («amour»), acompañado de Maxi Rodríguez, en la entrega de los premios / JUAN MORTERA

FETEN ha vuelto a repetir premio principal. La compañía Marie de Jongh vuelve a saborear el éxito con el espectáculo «AMOUR», una historia que habla de tolerancia, integración, descubrimiento y desarrollo personal, todo ello, a través del amor. “Un amor con mayúsculas” como resaltaba en la entrega su director, Jokin Oregi. «Amour» es un espectáculo de máscaras, dirigido a toda la familia, que plantea el teatro como un lugar de encuentro para compartir emociones, reflexiones, dudas y certezas. Esta es la tercera ocasión que esta compañía se lleva el principal premio del festival.

En el palmarés de esta edición hubo otra ganadora, Rosa Díaz, de la compañía La Rous, que con su espectáculo «Hilos» fue reconocida como mejor dramaturga junto a Itziar Pascual, y que también obtuvo el premio a la mejor interpretación. Rosa Díaz es una artista total, de una gran sensibilidad, que habla en su espectáculo del paso del tiempo y de esos hilos invisibles que nos unen a nuestros antepasados.

El galardón al mejor espectáculo de gran formato lo recibió El Espejo Negro, por «Óscar, el niño dormido». Formato éste, el de gran espectáculo, que también fue reconocido a través del premio a la mejor dirección que obtuvo José Carlos García por «Moby Dick», de la compañía Gorakada. El premio de títeres se repartió entre «Sirenita», de la Canica y «Antón Comodón», de L´Estaquirot Teatro. El de mejor espectáculo para la primera infancia fue para LaSal Teatro por la obra «Sin palabras». Emocionada, su responsable Julia Ruiz, recogió este galardón haciendo un canto a la libertad de expresión y reclamando que se anulasen los cargos a los dos profesionales de Granada detenidos en Madrid.

Esta lista de premios se cerró con el premio revelación a Átikus Teatro por «Maravilla en el país de las miserias»; el de escenografía al Teatro Paraíso por «El circo de la luna»; el especial para Titiritrán, con «Arturo y Clementina, concierto para piano y teatro de objetos», por plantear la violencia psicológica; el premio circo danza para el Colectivo Tierra & Ateneo Popular 9 Barris, por «FIRA»; el de calle ex aequo para Farrés Brothers i Cía por el espectáculo «Tripula y a Circ Bover por Vincles». Por último, en espectáculos nocturnos, el reconocimiento fue para Théâtre du Movement por «Encore une heure si courte».

Con la entrega de todos estos premios se cerró FETEN 2016. Esperemos que alguno de ellos pueda ser disfrutado en los muchos escenarios que hay en Asturias en los próximos meses. Una cuestión que en ediciones anteriores ha sido imposible.

Juan Mortera es director teatral
juanmortera@hotmail.com