The Floating Piers, Lago Iseo 2016

Cuando hablaba de su arte, Christo Javacheff insistía en que sus proyectos estaban pensados para poder ser experimentados, para poder ser recorridos. Para tocar, ver y sentir cosas reales the real view, under the real sun or rain, with the wind to generate real feelings. También quería que todo el mundo supiese que era él mismo quien financiaba íntegramente sus intervenciones mediante la venta de sus propios trabajos; impresionantes pinturas y collages en los que hacia soñar con cómo serían sus instalaciones futuras. Estas, requerían de un cúmulo de circunstancias –económicas, jurídicas, políticas y de medios- que raramente se daban a la vez, lo que hacía que solo un pequeño porcentaje de su obra se materializase.

Su trabajo, considerado Land Art, tiene mucho de arquitectura. Se servía de elementos urbanos como base o construía visualmente entornos naturales. La mano de Christo era capaz de reorientar la visión llevándola a apreciar y experimentar cosas que no eran perceptibles antes de su paso, capaz de generar emociones en escalas tan amplias como las de sus instalaciones.

En 2016 Christo realiza The Floating Piers en el Lago Iseo. Este era su primer major work sin Jeanne Claude, su mujer, con quien había concebido sus instalaciones paisajísticas de gran escala desde los años sesenta. Con The Floating Piers el artista envolvía en textil 4,5 kilómetros de pasarelas de las cuales 3 eran flotantes, permitiendo así que la gente “caminase sobre el agua”. El proceso que llevó a las dos semanas de caminos naranjas fue largo e implicó a mucha gente. Trabajar en ese proyecto fue para mi un inmenso privilegio y me brindó la oportunidad de experimentar la obra entre bambalinas y en todas sus realidades.

El proyecto de Iseo recibió en su primer fin de semana tanta gente como lo que habían previsto las autoridades italianas para las dos semanas de la instalación. Las vías de acceso desde Milán se colapsaron, era casi imposible acceder en transporte público y los alojamientos estaban completos. En mi “2 seconds up” instalada en un camping a pie de lago, me encontré acogiendo amigos que venían desde España, Suiza, Bélgica e incluso los italianos que no lograban ir y volver en el día y no tenían dónde quedarse. El que llegaba cuando estaba otro dormía al fresco. La gente tenía que verlo aunque supusiese una peregrinación ardua, una noche en suelo duro y las largas colas al sol para acceder.

En el Lago Iseo trabajamos unas 600 personas todos los días. Los grupos se distribuían en turnos para que el proyecto pudiese acoger público 24/7. Era increíble, la gente venía de todo el mundo. En ese momento yo trabajaba y vivía en Japón desde donde me había desplazado. En mi grupo, colaboraba con alemanes, americanos, italianos y holandeses, algunos ya habían trabajado en otros proyectos y se hablaba de cuál vería la luz próximamente. Parecía que iba a ser Over The River en Colorado, un proyecto que llevaba muchos años en el tintero por temas legales y que por fin estaba a punto de conseguir todos los permisos necesarios.

Christo falleció el ultimo día de mayo en Nueva York, con 84 años. En medio de dos crisis extremadamente virulentas, la del coronavirus y la violencia racial. Over the River nunca se llevó a cabo. El artista había renunciado al proyecto cuando Trump ganó las elecciones en 2016, declarando abiertamente que no daría el privilegio de su trabajo a esa administración y haciendo así su aportación a la protesta social que acompañó la llegada del nuevo presidente.

A pesar de la interrupción de su trabajo en suelo estadounidense sus instalaciones siguieron haciéndose realidad. En 2018 realizó The London Mastaba en Hyde Park y su proyecto para envolver el Arco de Triunfo en Paris previsto para marzo de 2020 ha sido aplazado a 2021. Además, Christo centró sus energías en el que debía ser su único proyecto permanente: The Mastaba para Emiratos Arabes, un proyecto de escala similar a la de las pirámides egipcias, con un recorrido de mas de 40 años.

Su obra es una oda a la fuerza estética, subrayando el paisaje o su ausencia. Pretendidamente democrática, apela a un lenguaje universal de acceso libre. Lo que le movía a crear era el amor inmenso por lo que hacía y un discurso constructivo que ponía a disposición de todos. Eso era también lo que atraía a la gente, la inmensa potencia emocional que emanaba de sus obras.

En un documental sobre la instalación de The Gates en Central Park en 2005 se les veía –Christo y Jeanne Claude- respondiendo preguntas a un grupo de referencia. En un momento dado, alguien les preguntaba cuánto dinero se habían gastado en realizar sus obras. Jeanne Claude respondió con una fuerza arrolladora you would never ask yourself how much you have spent on your kids, you just love them so whatever it takes. That’s what we do, we love our work and we invest whatever it takes”. Lo que hiciese falta.


Cri Valle 
es arquitecta
CRV | TZN Architects