Todo un lujo. José Luis Guerin se acercó a Gijón para apadrinar la puesta de largo de LaboralCineteca y presentar su película “La academia de las musas”. El realizador fue presentado por José Luis Cienfuegos, director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, en el que la película obtuvo el Giraldillo de Oro. Y mientras los espectadores disfrutaban de la proyección LaEscena compartió un buen rato con el director en la solitaria cafetería de Laboral.

En un tono tranquilo y muy suave, habló de su reconocida actitud binaria, porque “las películas impares siempre me salían de ficción y muy intimistas, y las pares de naturaleza más documental”. También hizo referencia al encuentro personal con la película porque fue creciendo a su lado, plano a plano. El resultado final podría haber llevado la canción “Hay un hombre en Espeña” de Astrud porque la imagen, el montaje y el guión los hizo él mismo.

Guerin reflexionó sobre los canales de distribución y se decantó por el formato de cineclubs, “porque garantizan una programación a lo largo de todo el año, pero están en crisis porque no venden, lo que venden son los festivales que son mediáticos y salen en la tele”.

Luego llegó el encuentro con el público al que recordó que “es necesario un espacio de tiempo posterior a la proyección para apropiarse de la película porque sin eso el cine no sería cine”. Preguntado por la aparente actitud patriarcal de la película, sentenció que “filmar fechorías no quiere decir que se está a favor de ellas”.   Indicó que los diálogos son excelentes porque “yo no he escrito ninguna frase”. Y destacó el montaje, donde “tomé conciencia del poder de las palabras, por eso decidí que yo no tenía derecho a entrar, debía permanecer fuera”. Esa decisión favoreció el trabajo de los actores y actrices no profesionales que nos hacen sentir que ”las batallas, las pugnas, se están librando en el terreno de la manipulación y la pasión”. Y quedó claro que el espectador puede reconocerse fácilmente en ello.

Al final de los 45 minutos de diálogo y reflexión quedó patente la fuerza de la palabra, una palabra rica y culta (en castellano, catalán, italiano y sardo). Unas palabras que salen de unos rostros que transpiran emociones puras. Algo que preocupa seriamente a José Luis Guerin , porque “este país va a pagar la factura de haber marginado las humanidades”.

Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64