Ya tocaba. Han tenido que pasar 71 años para que una directora española se alzara con la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. El reconocimiento y el mérito es de Jaione Camborda y “O Corno” su segundo largometraje. La película ya sonaba en las quinielas desde la presentación en el Kursaal 1 el pasado miércoles. Es una historia sobre mujeres, dirigida y escrita por una mujer, con casi todo el reparto compuesto por mujeres y producida por mujeres. Algo que destacó y reivindicó la directora vasca, afincada en Galicia, cuando indicó que “si ahora hay películas premiadas hechas por mujeres es porque no se nos dejaba hacerlas, no se nos estaba dando la oportunidad”.
Ambientada en 1971, poco a poco se va visualizando una red de sororidad a través de la cual las mujeres conseguían salvar situaciones muy duras. La elección de ese año permite que ubique la historia en una Galicia rural, en la que los personajes estaban muy apegados a la tierra, en un espacio y un momento en el que el parto estaba menos controlado sanitariamente. Pero sobre todo, porque seguía siendo una época oscura de prohibición y mucho control sobre las decisiones de las mujeres. No obstante, hay una clara decisión de la directora para que la película dialogue con el presente, porque sigue siendo muy importante poner sobre la mesa el derecho de las mujeres a decidir.
La dualidad va conformando la historia, ya que el nacimiento se cruza con la muerte y el parto y el aborto comparten metraje. Y esas piezas tienen nombre de mujer, María, una mariscadora que ayuda a otras mujeres en sus partos y se ve obligada, tras un trágico suceso, a emprender huida hacia Portugal a través de los caminos utilizados para el contrabando. El resultado termina siendo una película corpórea, muy física, que abre la posibilidad de una observación más detenida. Es una película de presencias, no de palabras, algo que ya adelantaba en “Arima” su primera película que fue premiada en el Festival de Sevilla, donde LaEscena le propuso uno de sus clásicos 8 ½.
El premio Nuevos Directores también recayó en una mujer, Diwa Shah, que, tras trabajar como ayudante de dirección para su madre, se estrena en el largometraje para contarnos cómo vivieron los trabajadores migrantes nepalíes el confinamiento que se decretó en India. “Bahadur The Brave” se centra en Hansi, que decide no regresar a Nepal para poder ganar más dinero para su hijo enfermo. La directora quiso reflejar la resiliencia del espíritu humano, como elemento de inspiración global. El jurado destacó su visión sociopolítica singular y oportuna, y su forma de ahondar en una apasionante historia local de alcance universal, centrada en una amistad honesta y conmovedora, que busca la esperanza en medio de la adversidad.
“El auge del humano 3” recibió el premio a la mejor película en Zabaltegi-Tabakalera, la sección competitiva más abierta del Festival de San Sebastián. El jurado tomó en serio estas indicaciones y apostó por una película que busca nuevas miradas y formas, en una auténtica zona abierta y de riesgo que hace saltar por los aires el lenguaje cinematográfico establecido. Dirigida por Eduardo Williams y estrenada en Locarno, la película no tiene personajes definidos ni conversaciones muy coherentes, lo que la termina derivando hacia un viaje colectivo en lo que lo importante son las conexiones humanas, utilizando varias lenguas a la vez. Si hubiera que destacar un protagonismo sería la cámara panorámica 360º con ocho objetivos que provoca un efecto de distanciamiento, en el que se borran las fronteras y se confunden las identidades de cada personaje.
Una mirada incisiva sobre las relaciones entre clases sociales en la Pampa argentina fue determinante para que “El Castillo” fuera reconocida como la mejor película en la Sección Horizontes Latinos. Su director, Martin Benchimol, explicó en la presentación realizada la noche del lunes 25 en el Kursaal 2, que es “una historia de crecimiento y separación, de aprendizaje y de amor”. En el coloquio estuvo acompañado por Justina y Alexia, madre e hija que se interpretan a sí mismas. El cineasta las conoció en 2017, cuando sorprendido, escuchó a Justina decir que había heredado el castillo en el que trabajaba como empleada de hogar. El resultado final, que mezcla ficción y no ficción, deja de tener como tema principal la peripecia de dos mujeres que se mudan a un castillo a pesar de no poder mantenerlo y apuesta por el vínculo de una madre y su hija que, influidas por esta situación, va distanciándolas poco a poco.
El premio del público, votado por las personas asistentes a las proyecciones de la sección Perlas, recayó en “La sociedad de la nieve”, de Juan Antonio Bayona, centrada en el accidente aéreo en los Andes en 1972, pero sobre todo en la impactante historia de los supervivientes. El público también decidió que “Io Capitano”, de Matteo Garrone se llevara el premio a la mejor película europea por su estudio desgarrador del viaje de dos jóvenes inmigrantes senegaleses rumbo a Europa.
Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64