Fotograma de "The Beats"

Todos los focos estaban dirigidos al palmarés de la 68 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, sobre todo porque era la primera edición dirigida por José Luis Cienfuegos, que llegaba avalado por posicionar internacionalmente a Festivales como Gijón y Sevilla. Y la expectación quedó resuelta con la lectura de los premios de las habituales  secciones, a las que se incorporaron  “Alquimias” y “Memoria y Utopía”. La Espiga de Oro recayó en “La imagen permanente” de  Laura Ferrés, que compartió los frutos del éxito junto a un nuevo plantel de mujeres cineastas como Alice Rohrwacher, Angela Schanelec, Molly Manning Walker, Vera Egito, Sara Summa, Nina Gantz, Alice Brygo, Sofia Exarchou, Reema Sengupta, Emma Axelroud Bernard y Marina Alberti.

Laura Ferrés hace historia en la trayectoria del Festival, ya que es la primera directora española que se lleva la Espiga de Oro, posicionando, además, a nuestro cine en el palmarés, porque desde 2007, ninguna película española había ganado. La directora catalana llegó a Valladolid avalada por el éxito de su cortometraje “Los deshederados” (2017),  que ganó en la Semana de la Crítica de Cannes, se llevó los premios Goya y Gaudí y paseó por muchos festivales internacionales como Vila do Conde en Portugal, donde mantuvo un encuentro con LaEscena.

Ferrés define “La imagen permanente” como “una comedia deprimente y un drama salpicado de humor seco” y lo hace poniendo en el espejo a dos generaciones de su familia  materna, de raíces andaluzas. A través de saltos espaciales y temporales trata temas como la educación, la emigración, el trabajo y la igualdad de oportunidades. Pero no lo hace de manera solemne, ya que usa el humor absurdo, que brota de las actrices y actores naturales, con acentos diferentes a los que suelen aparecer en pantalla.

Alice Rohrwacher se llevó la Espiga de Plata por “La quimera”, una película que disuelve la frontera entre realidad y ficción para hablar de la vida y la muerte, provocando sentimientos que transforman la forma en la que vemos el mundo. La directora de “El país de las maravillas” o “Lázaro feliz” se sirve de la arqueología para armar un  cuento popular, rico y humorístico repleto de detalles culturales, placeres estéticos y la musicalidad efervescente del italiano. El resultado es una fábula pastoral melancólica con la presencia de Isabella Rossellini.

El premio a la mejor dirección también tiene nombre femenino, Angela Schanelec. La directora alemana, fiel a sus planos largos bellamente compuestos, presenta en “Música” una narrativa elíptica que avanza en el tiempo sin previo aviso. Algo que viene acompañado de actuaciones tranquilamente contenidas que se centran más en el gesto que en el diálogo. Y la veteranía pasó el testigo a las nuevas ideas en la sección, porque Molly Manning Walker se hizo con el premio Pilar Miró a la dirección novel por “How to Have Sex”, en la que radiografía las ideas sobre sexo de un grupo de adolescentes que esperan plaza para la madurez en unas vacaciones en Grecia. Su propuesta se llevo también el premio del público joven.

 

El Premio del Público  en la sección  Punto de Vista recayó  en “Muyeres”, la delicada ópera prima de Marta Lallana, un trabajo que da voz a mujeres asturianas para fijar la memoria de sus vivencias. Y lo hace en una delgada línea roja que incorpora algo de ficción en una historia de no ficción, donde la presencia física  y sonora  de Raul Refree terminan siendo determinantes. En esa misma categoría, el galardón principal se fue a Estados Unidos, país  natal de los hermanos Bill y Turner Ross, cineastas con una destacada y galardonada trayectoria como documentalistas. El jurado destacó «la valentía y confianza que sus directores han depositado en el joven elenco grupal y la autenticidad que se desprende del retrato de un modo de vida norteamericano alternativo y más luminoso». Y es que  “Gasoline Rainbow”, termina siendo el “Easy Rider” de la generación centenial, rodando la odisea de un grupo de jóvenes que viajan desde Oregón hasta las costas del Pacífico.

Y si el gran titular es la mayoritaria presencia femenina en el palmarés, el siguiente es la irrupción del cine español. Lo demuestra el reconocimiento de la prensa internacional (FIPRESCI) a la mejor película del certamen, que fue para “Sobre todo de noche”. La ópera prima de Víctor Iriarte, llegaba a Valladolid tras su estreno mundial en la Mostra de Venecia, diseccionando las consecuencias emocionales que provocaron el robo de niños en España, ocultado por el Estado y la Iglesia.  El premio Docu España  lleva nombre en euskera, “Zinzindurrunkarratz” una metáfora sonora de Oscar Alegría, un camino de la memoria que inicia recuperando una cámara en la que encuentra un archivo familiar. El resultado termina invitando a contemplar el silencio.

Pero no solo la savia nueva acaparó el palmarés. El veterano director italiano Marco Bellocchio se llevó el reconocimiento al mejor guión por “El rapto”, una historia en la que arremete contra la corrupción y el antisemitismo, a través del pulso narrativo, firme y directo, habitual en su dilatada y comprometida cinematografía. Otro veterano, Bertrand Bonello, se presentaba por primera vez en Valladolid con “The Beast”  basada en la novela de Henry James, estructurada en tres épocas históricas y con la lujosa ambientación musical que caracteriza su cine. La protagonista de las tres es Léa Seydoux, cuya magnética interpretación, fue reconocida por el jurado como la mejor de la sección oficial. El mismo jurado apostó por Dave Turner como mejor interpretación masculina, por su papel en “El Viejo Roble”, la última película de Ken Loach, que a sus ochenta y siete años sigue retratando a la clase obrera británica. El idilio del director británico con los espectadores vallisoletanos hacia intuir que se llevaría el premio del público, como terminó ocurriendo.

En definitiva, el palmarés de la presente edición de la SEMINCI refleja la intensa y potente programación firmada por el renovado equipo que, lejos de la prevista transición, adelanta lo que será el camino de la SEMINCI en 2024.


Jose Antonio Vega
 es colaborador de laEscena
@joseanvega64