De todas las comidas,
el desayuno es
la más exacta.
El periódico
se lee casi
con los brazos
en cruz.
Dos cuerpos juntos
en una cama:
¿dónde está
el principio?
¿Dónde el final?
Innecesaria
la evidencia
de los nombres
propios y de
los ancestros.
Puede ser
la mañana
o un destiempo
a medias.
Son dos cuerpos:
uno al lado
del otro,
apoyados en
el trazo,
despertando
al cuenco,
a la taza,
a la firma,
al aviso.
Fernando Menéndez es escritor
@Fercantona