Vanessa Paradis en "Le fille sur le pont", de Patrice Leconte

Extrañé
lo familiar
de su rostro.
La misma
clase
de
extrañeza
que si
tienes
por
primera
vez
en tu
mano
un arma:
una pistola,
una carta,
un puñal.
Volví
a
fijarme
en
su cara
de
niña,
pues
siempre
será
una niña,
independientemente
de que
el tiempo
pase.
Volví
a
fijarme,
ya digo,
y vi
los límites,
las excepciones,
lo azaroso
y
la terrible
combinación
de
lo deseable
y
lo inevitable.

Fernando Menéndez es escritor
@Fercantona