
Jeanne Moreau se apoya en un teléfono.
Ahora todos andamos buscando la forma reflexiva de los verbos.
Yo tenía un profesor que insistía en que aprendiéramos bien los valores del «se».
Quien se apoya, siempre espera a alguien o a algo.
Quien se apoya y guarda silencio, grita en contra de todo.
La estampa de Jeanne Moreau apoyada en un teléfono alumbra el destino de los rezagados, de los pobres de espíritu.
Yo siempre quise saber lo que significa ser pobre de espíritu.
Normalmente, quien acusa a alguien de ser pobre de espíritu, tiene una personalidad excedente.
De crío pensaba que «Ascensor hacia el cadalso» era una película de terror.
La verdad confusa de los títulos.
La verdad confusa. A secas.
Fernando Menéndez es escritor
@Fercantona