Barbara Hendricks

Comienza a ser ya una tradición en Gijón dar la bienvenida a la Navidad con la música góspel que cada año nos trae el Festival «Los Grandes del Góspel», organizado por The Proyect, y que lleva 26 años en cartelera acercando el sonido americano más genuino y trayendo a España una selección de músicos y conjuntos vocales de la tradición espiritual negra. En la ciudad existe un público consolidado, con dilatada experiencia en el género, que busca lo de siempre y algo más; y otro nuevo, que se acerca con curiosidad y con ganas de pasarlo bien, y que una vez que prueba la explosión de emociones que suscita esta música, queda fidelizado al género y al Festival. De hecho, cada año son más las familias o grupos de amigos que convierten el Festival de Góspel en un momento de encuentro inter-generacional, del que todos disfrutan por igual y con el que celebran el final de otro año, el inicio de las fiestas navideñas y se cargan de energía positiva y espiritualidad para el año nuevo que los espera a la vuelta de la esquina.

Programar un festival que cubra las expectativas de tantos y tan variados espectadores no es un reto fácil, y este año hay que felicitar de una manera especial a la organización que con las tres actuaciones ha conseguido ofrecer un espectro variado del género y ha logrado así satisfacer a públicos muy heterogéneos, que respondieron llenando el Teatro Jovellanos los tres días consecutivos que duró el Festival.

El viernes 16 de diciembre visitó el coliseo gijonés Barbara Hendricks, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el 2000, que entusiasmó incluso al público que iba buscando un sonido góspel más tradicional, al interpretar con su voz de soprano lírica, formada entre otros con Jennie Tourel y Maria Callas, un programa muy especial de blues, góspel y espirituales negros.

Nacida en 1948 en Arkansas pero actualmente de nacionalidad sueca, fue hija de un predicador en el sur de los EEUU, pero como ella misma explicó «no fue hasta hace diez años que me empecé a interesar por la música que los esclavos llevaron a América. No conocía el blues porque esta música no sonaba en mi casa», y de esta investigación nace precisamente «The road to freedom», el espectáculo que la trae a España dentro del ciclo «Los Grandes del Góspel» y que sólo han podido disfrutar el público gijonés y, días antes, los que la escucharon en el Festival de Jazz de Barcelona, en San Cugat del Vallés en Gerona, en San Sebastián y en Madrid.

Uno de los atractivos del concierto, y una de las razones por las que Barbara Hendricks aceptó a participar en esta gira dedicada al góspel, fue poder unir dos de sus pasiones: la música (con su voz lírica y sus raíces negras) y su conocido compromiso como activista por los derechos humanos. Actualmente apoya el trabajo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y en el repertorio ha incorporado elementos del movimiento de los derechos civiles que a mediados del siglo XX luchó contra la segregación racial en el sur de los EEUU y canciones que acercan al auditorio las realidades más duras en nuestra actualidad, como la de los propios refugiados o las víctimas de Alepo, y la tremenda situación que sufren muchos niños en el mundo que se ven privados de lo que para ella debiera ser un derecho de la infancia: la esperanza. Las canciones elegidas debían emocionarla pero también ser útiles para el momento que estamos viviendo, porque como ella señala «en este auge de populismos, necesitamos esta música de verdad».

La confianza que deposita en la capacidad de la música para unir y hacer que todos «vibremos al unísono, como si todos fuésemos uno» no la defrauda, desde luego. Pues fue de hecho con estos temas y con sus palabras de compromiso social con los que la gran dama de la ópera logró finalmente tocar los corazones del público que abarrotaba el Teatro Jovellanos. Hasta ese momento reinaba esa emoción próxima a la admiración que surge cuando se hace arte combinando la perfección vocal de la ópera con el calor del góspel sureño; o cuando se escucha una voz que domina todo el espectro de graves y agudos hasta hacer pensar que cantan dos personas de registros vocales distintos; o la que despiertan los excelentes músicos que la acompañaron todo el concierto, Ulf Englund en la guitarra acústica y slide, y Mathias Algotsson al piano y al órgano Hammond.

Escuchar en la voz de Barbara Hendricks doce temas y un bis, entre los que se encontraron clásicos como «Down in Mississippi», «Dark was the night, cold was the ground», «Glory Hallelujah», «Strange fruit», «Hold on!», «Summertime», «Amezing Grace», «I wish I knew how it would feel to be free» o «We shall overcome», ha sido sin duda el modo más especial de iniciar esta XXVI edición del Festival «Los Grandes del Góspel».

The South Carolina Gospel Chorale
The South Carolina Gospel Chorale

 

La noche del sábado 17 de diciembre le tocó el turno a «The South Carolina Gospel Chorale», conjunto fundado en 1997 por Wayne Ravenell, y que trajeron al Jovellanos un espectáculo muy potente, «Feeling & Fun», pura energía góspel que elevó al público gijonés y lo hizo cantar, bailar y levantarse de sus asientos en más de una ocasión.

Esta coral se asemeja más a una banda que al tradicional coro góspel, tanto en la fuerza de su directo como en la presencia de instrumentos. Subieron al escenario cinco músicos (percusiones, batería, guitarra eléctrica, bajo y teclados), a los que se sumaron las portentosas voces de seis mujeres y un hombre, dirigidos y acompañados por la voz y el teclado de su director, el joven Michael Brown. El espectáculo supuso un viaje por la historia del góspel, desde los Espirituales de los esclavos afroamericanos de las plantaciones hasta los sonidos actuales de las misas dominicales, y una mezcla del soul tradicional con el góspel moderno. Precisamente será la combinación de tradición y modernidad la seña de identidad de este grupo que cambia las largas túnicas por un vestuario más actual, y sin complejos, de vestidos ceñidos o faldas de vuelo con marcadas cinturas, que exhibe la calidad de un universo musical y humano para el que no existen las tallas.

Sobre el escenario son pura energía y puro espectáculo. Con un repertorio bien pensado para «sentir y divertir», como reza su gira, la banda abrió el concierto con mucho ritmo, alertando al público gijonés de lo que se le venía encima, combinando temas de blues más íntimo con otros más enérgicos, que en ambos casos permitieron disfrutar de unas voces solistas prodigiosas, elegidas entre las 400 mejores voces de las iglesias de Charleston, en Carolina del Sur, y que juntas unen sus potenciales y literalmente llegan al cielo, ya sea cantando «Amazing Grace, my chains are gone» o «Joyful, Joyful, we adore three. God of glory, Lord and Love», dos temas que suponen toda una declaración de intenciones de este conjunto.

La fuerza inconmensurable de los Espirituales en los que sus cantantes, felizmente poseídas por la fe y la música, descargaron en el público asturiano dosis de la mejor y más auténtica energía góspel, convivió con temas conocidos de grandes de la música americana: así sonó «Banana Boat Song» de Harry Belafonte, «I feel good» de James Brown, «Respect» de Aretha Franklin o «I will always love you» de Whitney Houston, que levantó en ovación espontánea a todo el teatro.

Hubo tiempo aún para incluir un mix de canciones dedicadas a la Paz Mundial, rematadas por el «We are the world», escrito por Michael Jackson y Lionel Richie en 1985, en una campaña solidaria que unió a un grupo de artistas americanos (Bob Dylan, Ray Charles, Diana Ross, Stevie Wonder, Bruce Springsteen, Tina Turner… entre otros) para usar la música como arma de lucha contra la pobreza en África; o de temas que celebraban la llegada de la Navidad, como «Jingle Bells», «Santa Claus is coming to town» o «Silent Night». Y por supuesto para que sonasen y se bailasen clásicos del góspel como «Jericó», «Hey Man (Amen)», «Oh, happy day» o «When the Saints go marching in». Toda una fiesta.

Black Heritage Choir
Black Heritage Choir

 

El domingo 18 cerró el Festival un grupo conocido ya por el público gijonés, «Black Heritage Choir», que supuso un punto intermedio entre la actuación tan especial de Barbara Hendricks del viernes y el desenfreno maravilloso de «The South Carolina Gospel Chorale» la noche anterior. Ocho voces femeninas y cuatro masculinas, acompañadas del teclado y la batería, más el piano de su director Jerry Calvin Smith, deleitaron a los espectadores con un repertorio más clásico, «A Gospel Tribute to Aretha Franklin», un homenaje a la reina del soul pero en su faceta menos conocida, la también reina del góspel.

Los organizadores del ciclo «Los grandes del Góspel» inciden de este modo en la importancia de Aretha Franklin como artista que gospelizó el pop y señalan su disco Amazing Grace, de 1972, como el disco de góspel más vendido de todos los tiempos, en el que esta gran dama de la música negra cantó «Mary do not you weep» y «Precious memories» como nadie hasta entonces lo había hecho. En el concierto, además de interpretar algunos de sus grandes éxitos soul, como «Respect», y o del góspel, como su propio «Amazing Grace», hubo tiempo para versiones más sosegadas que las de la noche anterior de clásicos del género como «Joyful, Joyful», «Hey Man», la navideña «Silent Night» o el fantástico «Hallelujah» en su versión original barroca, además de las siempre desenfadadas, bailadas y aplaudidas «When the Saints go marching in» o «Oh, happy day».

No obstante, lo más especial del repertorio y su parte más emotiva y coral, con armonías trabajadas que supusieron un definitivo contrapunto a las noches anteriores, fueron los temas del primer disco que grabó Aretha Franklin en 1956, Songs of Faith, con tan sólo 14 años, en la iglesia bautista de New Bethel, en Detroit, donde su padre C. L. Franklin era reverendo. Un viaje al pasado biográfico y musical de una de las mujeres más importantes de la música góspel y soul, y al mismo tiempo un viaje al universo góspel de la delicadeza y las emociones. Toda una fiesta también, pero en este caso para los sentidos y los corazones.

Rosana Llanos López es profesora especialista en teatro
rllanoslopez@hotmail.com