La exposición “la noche de al lado” se enmarca dentro de las XVII Jornadas de Arte Gráfico y Edición que ha organizado la Escuela de Arte de Oviedo en el presente curso. La muestra se puede visitar en la sala de exposiciones del Centro y cuenta con ocho obras de gran formato (90×120 cm) realizadas sobre madera entintada a rodillo, alguna de ellas talladas con gubia y otras con plantilla, grafito y conté blanco.
Juan Pablo Villalpando (Madrid, 1963) es profesor de Grabado y técnicas de estampación, su preocupación por la didáctica está latente en su manera de afrontar cada proyecto artístico, mimado hasta el último detalle e incorporando, como en esta ocasión, poemas y textos que enriquecen cada una de sus propuestas. Sus premios son múltiples, valgan como referencia el Primer Premio II Bienal Fundación Deutsche Stiftung, el XXIX Certamen de Grabado Carmen Arozena, el V Premio de Grabado de San Lorenzo del Escorial, el “II Premio Nacional de Litografía Ciudad de Gijón” o el Premio “Fundación Pilar Banús”.
Siempre ha subrayado la importancia del dibujo en su proceso de trabajo, dando rienda suelta a ese dominio de la técnica para que surjan sugerentes formas sobre el papel, lienzo o matriz que acentúan su gran personalidad en la manera de afrontar la creación. Son dibujos fluidos que parecen nacer de forma natural y que siempre -como en “Lo que queda de los días”, hermosa exposición de 2012- denotan su interés por la sencillez de unas imágenes que parecen emanar de la propia materia. Es un dejarse llevar, dice el artista, que nace de una frescura nada frecuente en el arte actual y que confirma las palabras de Paul Klee: es en el proceso donde se determina la forma. Los dibujos nacen y crecen de manera espontánea, como crece todo en la naturaleza. En ese proceso de gestación, mientras Juan Pablo va dibujando, surgen las formas que dan contenido temático a sus propuestas. En el texto “Cuando el dibujo va más allá de lo gráfico”, el crítico Rubén Suárez destacó cómo el grafismo, base de toda creación y fin en sí mismo, en manos de Juan Pablo Villalpando explora nuevos caminos y posibilidades. Con respecto a “la noche de al lado” el propio artista comenta que, en esta ocasión, quería ser muy evidente gráficamente, entintando las maderas de un negro que no es negro del todo y sobre este fondo, realizar los dibujos definitivos. Se enfrenta a la madera directamente, en un proceso intuitivo en cuya inspiración está más presente la entrega del artista al proceso, su inmersión en el trabajo, que cualquier argumento previamente establecido, es después cuando surge el tema, el título y toda su poética. El título de la serie “la noche de al lado”, como en otras ocasiones, se convierte en un micropoema que ha escrito o pensado durante la gestación de la obra o una vez vista la obra terminada, con el poso del tiempo.

La exposición “ la noche de al lado” está impregnada de lirismo, partiendo del bello texto, Gnosticismo V, extraído de Decreación, uno de los poemarios más personales e íntimos de Anne Carson que completa la exposición envolviéndola y reforzando el aura que emana de las piezas, cada una de ellas desprende una estela de poesía, un pensamiento íntimo y profundo que potencia las obras iconográficamente. Es lo literario parte sustancial de este creador, hay sencillos textos en los que la noche es protagonista, inspiración y soporte, acompañando los cuadros que son, en sí, pura poesía visual; dan rienda suelta a la imaginación de quien los mira y los lee, deslizándonos hacia mundos cargados de connotaciones, son fragmentos de sentida realidad que nadie como él sabe traducir a múltiples lenguajes plásticos.
La noche es la protagonista absoluta, profundiza en esos mundos oscuros que a todos nos preocupan y que, como al artista, nos inspiran, entusiasman y obsesionan: “La noche como lugar y la noche como momento. Tiempo donde aparentemente no suelen ocurrir cosas, pero sí ocurren, y parecen más solemnes e importantes. La noche como descanso o como fin, como muerte”.
En “la noche de al lado” estamos ante una obra sincera, sin más pretensiones que la de ser contemplada y sentida con la misma pasión con que la ha creado el artista que, desde su sinceridad, reconoce no pretender entender el mundo a través de su obra, ni tampoco que descubramos o indaguemos en algo que hay más allá de la obra misma: “mi idea es que la gente se conmueva como lo hago yo ante determinados artistas, escritores, músicos… y que sus obras me evoquen, me trasladen y ver en ellas cosas que necesariamente ellos no ven en ellas”. Hay, en Villalpando, un deseo de propiciar en nosotros alguna ensoñación “de esas” que sólo sentimos en la noche y sus aledaños.
“la noche de al lado”
Juan Pablo Villalpando
Sala de exposiciones de la Escuela de Arte de Oviedo
Hasta el 18 de mayo
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Sobre el artista
Santiago Martínez es profesor de Historia del Arte
saguazo@yahoo.es