"Aurelia". Collage sobre libreta, papel, técnica mixta

Dos hermanas se encuentran de forma inusual en la casa familiar, tras un largo periodo de ausencia y tras varios fallecimientos de otros miembros de la familia. Una de ellas está reproduciendo Hot on the Heels of Love de Throbbing Gristle en el tocadiscos del salón y, abrumadas por un súbito sentimiento de nostalgia, deciden subir al desván sin tener un claro propósito. Tras varios minutos de merodear en la penumbra entre cajas con nombres ilegibles, muebles antiguos y montículos de polvo, encuentran las últimas voluntades de su abuelo, grabadas en un dispositivo que tiene estampado la palabra mp3 en un canto. Desorientadas, buscan una forma reconocible en la piel de este objeto que les indique la manera de extraer sus contenidos, tal vez la última comunicación que puedan mantener con dicha persona. Solamente la materia reconocible es la del grafito con el que su abuelo escribió en un papel: Last thoughts. Handle with care.

La cuestión del formato y la legibilidad tal vez sean una de las tropes principales de la sociedad tecnológica del siglo XXI, a medida que nuestros discos duros reemplazan el sistema central nervioso y el camera roll del teléfono inteligente delega el uso de la película a las personas románticas del grano fotográfico. Sin embargo, como el grafito, existen una serie de materiales que, por sus cualidades físicas y tangibles, parece que fueran a perdurar siempre. Algunos de estos materiales son los que conforman las imágenes de Pablo Mata Rodríguez (Valladolid, 1987), como papeles de color, cintas adhesivas, o plastilina (que, pese a su aspecto químico, cuenta con la arcilla como principal componente). Asumir los materiales por lo que son y mostrar lo que pueden ser – la cremosidad de una capa de papeles coexistiendo armoniosamente con la superficie tersa y plástica de un CD-rom – es uno de los preceptos artísticos que Mata Rodríguez aplica en la generación de una deconstrucción formal.

Intervenir es uno de los verbos principales que están involucrados en el proceso del collage. Del latín intervenire, significa “venir a ponerse entre dos o más cosas” de manera que, al contrario que ocurre con la pintura pintura en la que el gesto artístico queda atrapado en las propias cerdas del pincel, el collage permite trabajar con aquello que ya existe, y da cabida a la re-significación de la forma y de las acepciones históricas y semánticas de aquello con lo que se trabaje. ¿Hasta qué punto se puede mutar y hacer un collage de una imagen, presentando narrativas complejas mediante el uso de formas desnudas? Una posible respuesta a esta pregunta la encontramos en “Lo obvio y lo obtuso”.

El acto de sondear los límites de percepción de una imagen se convierte en una expresión de las limitaciones de sus materiales. Una imagen “de archivo” y su relevancia en el presente son como dos habitaciones análogas, adyacentes. Sólo cuando son yuxtapuestas, una nueva forma puede ser revelada, liberada de su propósito funcional.

«Lo obvio y lo obtuso», Pablo Mata
Galería 451
Mon 26, Oviedo
Hasta el 23 de octubre de 2021

Cristina Ramos es comisaria independiente