Náufragos. Detalle de uno de las rodillos/matriz

En Náufragos se plantea la posibilidad de dar nueva vida a las cosas que han sido abandonadas o van a la deriva fruto de la acción de la fuerza de la naturaleza, objetos que se cruzan en nuestro camino y que, normalmente, pasan inadvertidos para la mayoría. Iyán Castaño, con su espíritu ecológico, y su interés por el reciclaje, trabaja con los medios a su alcance, los que ha ido recogiendo en sus muchos encuentros con un Mar que, desde su siempre agitada e inquietante belleza, nos ofrece restos varados en playas y roquedales. Es en estos lugares donde se apropia de troncos de árboles de entre los muchos amontonados tras las riadas o las marejadas; ve en ellos la posibilidad de experimentar artísticamente, son fuente de inspiración, instrumentos de trabajo y obras de arte en sí.

El origen de la obra que se muestra a través de la ventana de Sala LAi se encuentra en su proyecto fin de estudios en la Escuela de Arte de Oviedo en la especialidad de Grabado y Técnicas de Estampación. Pero sobre todo, está en sus búsquedas, sus indagaciones sobre nuevos procedimientos de impresión y soportes alternativos imbuidos de una pequeña dosis de referentes históricos y relectura de métodos de estampación del pasado, como los sellos mesopotámicos. Fruto de esta experimentación es su interesante propuesta de grabado xilográfico desarrollada a partir de elementos esenciales que componen la instalación que ahora podemos contemplar en LAi, en los que funde el rodillo y la matriz; se trata de grandes piezas de madera de eucalipto y cerezo encontradas a orillas del mar, fraccionadas y trasladadas al taller para su talla y, nuevamente, devueltas a la arena para realizar impresiones sobre lonas de un barco antiguo.

En Iyán todo el trabajo está impregnado de mar, desprende olor a salitre y tinta de impresión; las imágenes, talladas y grabadas, también hacen referencia a símbolos propios del mundo marino: el faro como icono de orientación, de aviso a navegantes, se representa en la superficie de los cilindros que, empapados con tinta negra, dejan su impronta sobre la tela y sobre la arena como si de un tatuaje azaroso se tratara, pareciendo contradecir el carácter efímero y el sentimiento de pérdida de esos troncos varados como náufragos.

Náufragos. Instalación, Sala LAi

 

En esta instalación artística específica, tienen especial protagonismo estos artefactos creados por el artista, su monumentalidad y originalidad los convierten en únicos, casi rarezas; aunque podrían estar emparentados formalmente con las creaciones de Christoph M. Loos, artista que, con cierta tosquedad, se mueve en el mundo de la obra gráfica con grandes rodillos de madera pero, especialmente Betsabée Romero, creadora mejicana que ha despertado un especial interés en Iyán Castaño por varios motivos, entre ellos el uso de material reciclado -neumáticos de automóviles-, por la técnica de la talla en superficie para realizar impresiones artísticas y por la presentación de sus proyectos mediante instalaciones en las que, como en Náufragos, tienen tanto protagonismo las matrices como las imágenes resultantes.

Por sus características, Náufragos, es un proyecto de investigación artística que se identifica con la línea de trabajo que viene desarrollando Sala LAi. Begoña Muñoz, su directora, siempre arriesga apostando por sabia fresca y renovadora. La obra de Iyán Castaño evoluciona en el Laboratorio de Arte íntimo; se adapta al espacio tras la ventana, concebido como caja escénica contenedora de propuestas artísticas y que, en esta ocasión, se ve potenciada por la sencillez, autenticidad y sentido primitivo que poseen estas piezas escultóricas. Dispuestos directamente sobre la arena de donde fueron recogidos, los troncos/rodillos, invaden el espacio expositivo, dejando su impronta en un acto perfomático, una acción directa del artista que lo ha impregnado todo con su energía y que, de alguna manera, conecta con el lugar, con su ubicación en el barrio de la Soledad en Cimadevilla, próximo al Elogio de horizonte de Eduardo Chillida, faro artístico de la ciudad de Gijón.

Enraizados en algún tiempo y lugar, los troncos hallados en la orilla del mar, intervenidos por las manos del joven creador, descontextualizados y reubicados, adquieren nuevo significado y múltiples lecturas. Náufragos es un trabajo que transciende y expande la obra gráfica a ámbitos propios de la instalación escultórica. Toma vida propia a través de la mirada franca de su autor, plantea preguntas sobre la vida y el sentido del arte, dejando su huella en nosotros, como el rastro que siempre queda tras un naufragio.

NÁUFRAGOS de Iyán Castaño
Sala LAi, Calle Rosario 21, Cimadevilla. Gijon.
Hasta el 13 de septiembre de 2018
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Santiago Martínez
 es profesor de Historia del Arte
saguazo@yahoo.es