“Negación” es el título de la exposición actual de Jaime Rodríguez en el CMAE de Avilés, también el de una de las series más importantes de la muestra

El hombre está dispuesto a acabar con todo. Es un animal sin paz, un bicho tremendo que mide su fuerza, destruyendo lo que le rodea
Tonino Guerra

Negación es una de las series más complejas y recientes de Jaime Rodríguez, instalación gráfica formada por obras de pequeño formato que, desde su eclecticismo estético y una gran diversidad conceptual y formal, plantea cómo, ante cuestiones trascendentes de la vida, el ser humano tiende a mirar hacia otro lado. A lo largo de los años, el artista ha sumado experiencias y preocupaciones en torno al arte, la política, las relaciones sociales, los acontecimientos históricos y las diversas convenciones y estereotipos que coartan y limitan al individuo; ahora nos enfrenta a esas experiencias, evidenciando cómo la supervivencia está sometida a la negación y a la autocensura. En estas imágenes hay un innegable deseo de denuncia, de crítica descarnada y dura ante la realidad, pero también se intuye una propuesta de reflexión y sanación que podría ayudar a remediar errores y fracasos. Sus recursos e instrumentos de persuasión son diversos, hay obras que, desde su sencilla presentación, apenas intervenidas, refuerzan su significado y otras, mucho más elaboradas, donde el dominio de una retórica literaria y visual, permite el acceso a ámbitos del conocimiento nada frecuentados.

Como carta de presentación de esta serie se exhibe un decorativo marco tallado y dorado (imagen 3), delimitador y contenedor de vacío, es una pieza contradictoria en sí misma, un envoltorio recargado, de lujosa apariencia, que no ensalza ni protege nada, negando su propio sentido, su propia función, su por qué. Quizá sea una invitación del artista para que seamos nosotros mismos los que demos respuesta a su presencia, invitándonos a participar en su proyecto, de hecho, lo está favoreciendo desde el momento que siembra la duda en el espectador, como lo hicieran en su momento “Cuadrado negro sobre fondo blanco” de Malevich, o “Ceci n´est pas une pipe” de Magritte. Sin embargo, los parámetros de Jaime Rodríguez, la reflexión plástica y nihilista, presente en esta obra, es trasladable a cualquier ámbito de la vida, la falta de contenido, la banalización y la incoherencia, son señas de identidad de la sociedad contemporánea.

Desde la pluralidad de contenidos y técnicas que caracterizan Negación, se encuentra un conjunto de piezas que surgen de imágenes preexistentes, son fotografías e ilustraciones, lo suficientemente sugerentes como para ser intervenidas, desdibujadas, borradas, redibujadas o bordadas. Sus palimpsestos incorporan nuevas lecturas, sobrescribe las imágenes para analizar y cuestionar aspectos culturales, políticos y existenciales desde una perspectiva casi antropológica. Con rigor de historiador, parte de documentos muy concretos, lugares y situaciones que propiciaron acontecimientos. Su acción/intervención le permite reivindicar un pasado, de un lugar desaparecido o de una denuncia ante la destrucción y la masacre provocadas por el hombre. Al intervenir con lápiz o hilo, al borrar y redibujar, se apropia de las imágenes, incorporando un nuevo discurso, una nueva dimensión plástica y vital. Distintas piezas se refieren al pasado histórico, al colonialismo, a las guerras, a la destrucción y al sentido universal de la pérdida, si borramos la historia lo borramos todo, comenta el artista; en este sentido, el hilo rojo se identifica con la comunicación y los recuerdos, subrayando y dando nueva vida a lugares y momentos concretos, a través de paisajes montañosos de los Alpes suizos (imagen 2) o de una cala de la costa de Mallorca (imagen 4), enclaves cargados de connotaciones históricas. En esta línea se encuentra una de las fotografías en la que podemos leer “Wir fahren nach Spanien” (imagen 5), el exilio infantil visto desde otra perspectiva. Hay alusiones alegóricas a la destrucción provocada por una guerra que extiende sus tentáculos ocupándolo todo (imagen 6) y referencias irónicas al poder y el mal gobierno que el autor define como “la pava” (imagen 7 y 8), imagen dibujada y borrada por innecesaria y re-bordada nuevamente, por inevitable. Otras imágenes intervenidas adquieren connotaciones personales: sobre una fotografía de un pelotón en una vuelta ciclista que circula sobre un puente, el artista ha bordado, superponiéndola, una escena erótica entre dos hombres, una referencia a una sociedad competitiva y machista y, sobre todo, un alegato a favor de la libertad (imagen 10).

IMAGEN 1. Vista de la serie «Negación», CMAE, Avilés

 

Los dibujos sobre papel conforman una sub-serie dentro de Negación, son obras muy íntimas, retratos sociales y personales que han requerido de un trabajo directo. El artista ha partido desde cero sin hallar soporte que pueda sostener el discurso. Se trata, en su mayoría, de dibujos de apariencia automática, en los que se superponen figuras que se conectan e hilan unas con otras, creando un continuum en el que domina el silueteado de las formas y la incorporación del color, prácticamente ausente en el resto de obras de la serie. En este “universo múltiple”, la línea es la vía infinita de transmisión de formas y de ideas. La creación artística es, en sus manos, una comprometida manera de entender la vida y de conocernos mejor; sus recursos plásticos son infinitos, collage, manchas de café, quemaduras… la deformación, el cambio de escala y el horror vacui de algunas composiciones nos lleva a un contexto desbordante y viciado, recordando la dureza de las representaciones de los artistas alemanes de la Nueva Objetividad como Georg Grosz y Otto Dix. Son imágenes para contemplar y escudriñar muy de cerca que nos llevan a la complejidad de los mundos que le preocupan; entre las obras más interesantes hay paisajes y entornos desestructurados, hay reuniones del absurdo y la incomunicación; destaca la desesperación de una mujer amenazada por otra (imagen 11), lo femenino que acecha a lo femenino y un dibujo de la madre naturaleza cansada (imagen 12), pero que manifiesta su resistencia en un paisaje inhóspito, con un pálpito de su corazón, con un halo de esperanza… Una línea discontinua nos dirige hacia la nada en otra de las ilustraciones, el protagonista tiene su vista perdida en un sinsentido en el que el poder del consumismo ha acabado con la capacidad de pensar y de sentir, y en una de las obras más reflexivas, un bello pez mariposa -en grave peligro de extinción- (imagen 13), se encuentra inmerso en un entorno deteriorado y contaminado, donde un personaje con maleta en mano toma la iniciativa de irse mientras que, el otro, opta por la resignación.

La obra titulada “Un día incómodo” (imagen 14) merece un análisis pausado, se halla en un lugar intermedio entre Negación y Resignación, otra de las series presentes en esta muestra. Una hoja de caligrafía con la letra “J” evidencia su carácter autorreferencial, un soporte básico para la “construcción” de identidades, un instrumento para la homogeneización social y cultural, sobre ella aparece silueteada una figura sin cabeza, sin posibilidad de expresarse, enturbiada en su intento de comunicación, como se advierte en el bocadillo que señala; es una figura transparente que manifiesta su dualidad proyectando su negra sombra, sus verdaderos pensamientos censurados. El paseante sigue su camino desdoblado en un mundo con el que no está de acuerdo pero que asume, como debemos de asumir también la muerte, con resignación. El sentido profundo de la obra queda desvelado cuando advertimos, como en una hoja imborrable de un calendario, una fecha, el 15 de marzo de 2019.

La memoria es importante para la supervivencia, sea histórica o vital, por ello, la única forma de afrontar los sucesivos fracasos de la existencia es preservarla, algo similar ocurre con la muerte, enfrentarse a ella es permanecer durante mucho tiempo en la memoria de los demás.

Exposición NEGACIÓN
CMAE, Centro Municipal de Arte y Exposiciones
Calle Llano Ponte 49, Avilés.
Hasta el 31 de agosto
Más información sobre el artista: www.kaosart.org


Santiago Martínez
 es profesor de Historia del Arte
saguazo@yahoo.es