Fotograma de "La maternal", de Pilar Palomero

Podrían ser las protagonistas de la película de François Ozón del mismo título, que pasó por el festival donostiarra hace una década, pero no. Ellas dirigen sus propias vidas y de paso, ofrecen al público películas más que interesantes, con elementos que las identifican frente a otras propuestas, generalmente más previsibles y menos interesantes. Las directoras presentaron sus películas en diferentes secciones del festival. Y sus proyectos se siguen viendo en destacados festivales internacionales, a la vez que han dado el salto a las salas de cine. Sin duda, un excelente año para estas ocho cineastas.

Es el caso de Pilar Palomero que participó en la sección oficial con “La maternal”, su segunda incursión en el largometraje, después de la multipremiada “Las niñas”. En esta ocasión, Palomero dirige su atención a madres adolescentes de Barcelona y las actitudes sociales que las condenan. Y lo hace usando su propio guión y aportaciones del reparto, intrigada por esa sensación tan contradictoria de ser adolescente y madre a la vez. La película ha salido reforzada tras su pase por el Festival de Cine Español de Toulouse ya que se llevó los premios a Mejor Fotografía, Mejor Sonido y dirección en la Competición Nuevos Cineastas.

Elena López Riera llegó a San Sebastián para presentar “El agua”, tras su paso por los Festivales de Cannes y Toronto. Y lo hizo concursando en Tabakalera Zabaltegi, la sección competitiva más abierta del Festival de San Sebastián, donde no hay normas ni limitaciones de estilo o tiempo. La película es una extensión de los temas de género y poder que ya aparecían en cortometrajes anteriores como “Los que desean”, pero ahora propone una historia intergeneracional de mujeres, resistencia y solidaridad, contada con un destacado equilibrio entre realismo y misticismo. Es probable que su propuesta termine siendo una de las películas del año, porque ha ganado el premio a la Mejor Película en el Festival de Toulouse y el Premio Especial del Jurado en los de Ourense y Rabat.

Tabakalera Zabaltegi también acogió el estreno en España de “Cerdita” un proyecto de Carlota Pereda, basado en un cortometraje anterior, del mismo título, con el que ganó el Premio Goya en la edición de 2017. La película llegó a San Sebastián tras el estreno mundial en la sección Midnight del Festival de Sundance. La directora madrileña siempre quiso rodar una historia sobre el bullying y además es una apasionada del género de terror. Ella cree que la adolescencia es una historia de terror en sí misma, por eso sintió que tenía que contar la historia de Cerdita como una historia de terror. Sin duda, uno de los grandes aciertos de la propuesta es encajar el género en un ambiente hiperrealista y costumbrista de pueblo.

Zabaltegi también acogió el estreno en España del cortometraje “Carta a mi madre para mi hijo” dirigido por Carla Simón. El año 2022 será recordado por la directora catalana como un año de reconocimientos y emociones, ya que ha sido madre y trajo a nuestro país el Oso de Oro del Festival de Berlín gracias a “Alcarrás”, que nos representará en la carrera hacia los Oscar. Su hiperactividad artística le ha permitido, además, realizar este corto, un sincero homenaje a la maternidad y un recuerdo a su fallecida madre. Vuelve, por tanto, a acercarse a un momento concreto de su vida, el nacimiento. Y el resultado sigue dejando clara la indiscutible apuesta de la directora por lo personal y lo emocionante.

Fotograma de «Secaderos», de Rocío Mesa

Rocío Mesa es cineasta, productora y programadora. Sus trabajos se centran en el cine independiente y experimental y han sido exhibidos en festivales como Sevilla, BAFICI o L’Alternativa. “Secaderos” es su segundo largometraje, lo que le ha permitido concursar en la sección internacional “Nuevos Directores”. Son dos historias paralelas que transcurren entre secaderos de tabaco durante un verano teñido de realismo mágico. Una combinación que se fue con recompensa, al recibir el Premio Dunia Ayaso, concedido por la Fundación SGAE como reconocimiento a los trabajos cinematográficos más comprometidos con la figura femenina.

Lur Olaizola Lizarralde es programadora de cine y cineasta. Desde 2015, es la coordinadora del programa audiovisual de Tabakalera y en su trayectoria cinematográfica ha dirigido tres cortometrajes, “Xulia”, “Zerua blu” y “Tercer cuaderno” que recoge fragmentos del diario que María Dolores González Katarain, Yoyes, escribió durante su exilio en México entre 1980 y 1985, tras haber abandonado ETA. Incluido en la sección Zinemira, el corto hace uso de imágenes, tanto precisas como fugaces, consiguiendo la inmediata puesta en marcha de la imaginación de quienes observan la historia.

La historia política de Euskadi también aparece en “918 Gau”, película dirigida por Arantza Santesteban. Incluido en la sección Zinemira, el documental llegó a San Sebastián tras ganar en los festivales DocLisboa y Torino. Es una película con una gran carga personal para la actriz y directora vasca, ya que narra en primera persona su detención en el año 2007 como miembro de Batasuna. Por eso el título hace referencia a las 918 noches que estuvo encarcelada. El resultado es un documental híbrido, construido a base de segmentos y relectura crítica de archivo de imágenes y palabras, con claros y oscuros.

La octava pasajera de esta selección es una veterana directora que pasó varias veces por el Festival. En esta ocasión, Isabel Coixet presentó “El techo amarillo” en la Sección Oficial, aunque fuera de competición. Se trata de un documental que da voz a un grupo de mujeres que se armó de valor para denunciar los abusos que sufrieron y contar quienes eran y quienes son. El documental está alejado del morbo en todo momento y la directora catalana pone el foco en el agresor sexual, en el profesor denunciado por sus alumnas de teatro. La película se llevó el Premio Otra Mirada de RTVE que lo proyectará en el año 2023.


Jose Antonio Vega
 es colaborador de laEscena
@joseanvega64