"Galileo", 280x200x200 cm., acero corten, 2018

Con motivo de la Noche Blanca de Oviedo se puede disfrutar en la ciudad de las esculturas urbanas del artista uruguayo Pablo Bruera (Montevideo, Uruguay en 1972), en una actividad comisariada por la Galería Lucía Dueñas.

La instalación reúne tres piezas que indagan en el movimiento y la participación del público. Las esculturas están realizadas con una concepción orgánica, cada pieza es una obra viva en permanente renovación. Son esculturas cinéticas que pueden ser movidas por el público, cada escultura tiene infinitas combinaciones. Sólo con empujar uno de los planos de la escultura se consigue una renovación formal que estimula la participación y la creatividad. El movimiento ofrece lecturas muy variadas, según el punto de vista del observador y la combinación de los diferentes planos.

Son obras integradoras, creadas por un conjunto de personas: el artista que las realiza, el público que las modifica y los espectadores que participan con una mirada activa. Integran a las personas en la búsqueda conjunta de la armonía.

Están al alcance de todos, pueden ser tocadas. Invitan al pensamiento, a la reflexión. El hecho que puedan ser modificadas en su forma provoca una mirada crítica, analítica. No se trata de un discurso único que sólo permite la contemplación. Es un planteamiento abierto que invita al pensamiento, a ser parte, a incidir y modificar la realidad.

¡Por favor, TOCAR!, Pablo Bruera
Calle Pelayo, Oviedo
hasta el 6 de noviembre