¿Ninguna acción tan estimulante como aquella generadora de polémica? ¿Que se hable de uno aunque sea para mal? ¿Cabalgaríamos por estos andurriales a lomo de este micro alegato si no hubiera habido un nano tsunami en uno de los vórtices más rabiosos del arte ovetense actual? ¿Que qué ha pasado?
Hecho: el crítico de arte de LNE publicaba recientemente un artículo en el suplemento cultural de ese diario, con motivo de la exposición colectiva Persona que se ofrece en el Estudio Pablo de Lillo.
¿Y?
Que en el reportaje se encumbró la ausencia de cartelas.
Uhmm. La ausencia de las cartelas…
A estas alturas, se viene pertinente deslizar dos cuestiones: la primera, que uno ni es crítico de arte ni de nada, y, la segunda, que sin desear posicionarme como vengador, vengo a reparar la herida. Cauterizar es un título adecuado para una historia siempre vigente: ¿por qué sacudimos el árbol cuando el temporal arrecia?
Persona es Pablo de Lillo.
Persona es el título de la colectiva que cuelga ahora de su espacio expositivo – galería – estudio.
Persona es, también, el crítico de arte que se erige en protagonista de esta réplica.
Persona es una muestra en la que participan los artistas plásticos Luis Rodríguez-Vigil, Carlos María Esquivel, Werner Pawlok, Tina Berning, Edu Carrillo y Manu García.
Revelamos que a vista de pájaro, la muestra contiene presencia de dos figuras internacionales relevantes, la de ilustradora y pintora residente en Berlín, y la del icónico y eclipsante fotógrafo alemán; además, la exhibición propone si no la camaradería, al menos la dulce convivencia entre un pintor clásico asturiano que dialoga, desde la distancia, con otro pintor clásico asturiano -aunque contemporáneo- y que, para sucumbir a la fiesta, Persona convoca a dos muchachos de la tierra que aportan una frescura pop vigorizante.
Planeando por Persona certificamos que la exposición ofrece collage, fotografía, retrato, dibujo, óleo y que aúna los rigores del clasicismo con la iconoclastia en vanguardia.
Y nos preguntamos tras la polémica: ¿sobra argamasa en la propuesta, falta argamasa, está la argamasa seca o quizá muy blanda?
Y nos preguntamos tras la polémica: ¿interesa mucho, poco, apenas nada; allá en las afueras, o quizá en los círculos bienpensantes esto de la argamasa?
¡Ay!
¿Está el crítico en la frecuencia, está el crítico falto de frecuencia, está faltoso, está en frecuencia corta o, probablemente, su frecuencia está largamente herida?
¿Hacía falta para qué acudir sin la dosis justa de empatía, sin apenas cariño, sin el vínculo necesario de ecuanimidad?
Porque Pablo de Lillo, con su novísimo espacio de arte amplio, diáfano, de ébano blanco, en primera instancia, en la primera visita que el crítico santón realiza, merecería (creemos) un aliento dulce para remarcar el esfuerzo, para que podamos sentir su tesón, para ponderar su valentía y para valorar su empresa.
Porque en una ciudad escasamente sexy, tan vieja y tan plagada de estatuas horrendas; en una ciudad carente de una sala de exposiciones municipal, en un Oviedo como este que, aún décadas después, ha sido incapaz de reparar el atropello contra Fernando Alba, una aventura arty como la que ha emprendido Pablo de Lillo habría de ser motivo suficiente como para recibir la brisa amable. En fin, cualquier cosa excepto la capciosidad de un vendaval.
En resumen:
La muestra es bien interesante.
Hay audacia en su volcado.
Hay juego en la suma.
Hay contemporaneidad en la propuesta.
Hay pop. Hay clasicismo. Hay arte antiguo y el último arte.
Hay voluntad para romper las lindes y los compartimentos, para transversalizar.
Hay una búsqueda merced a la cual poder materializar lo sustancial de un proyecto humilde en sus medios, generoso en su ímpetu, cargado de razones y de emociones.
Lo más importante: vayan en persona a ver Persona.
Si acuden varias personas irán en grupo, entonces, alternarán como performaticamente. Será esa la ubre del saber en común así como el mejor desprecio al que desprecia.
Sean Persona, es la obra de arte más trascendente y necesaria.
«Persona»
Exposición Colectiva
Luis Rodríguez-Vigil, Carlos María Esquivel, Werner Pawlok, Tina Berning, Edu Carrillo y Manu García
estudiopablodelillo
c/ General Zubillaga 12, Oviedo
Hasta el 29 de febrero
Carlos Barral