Anne Hathaway es Gloria en 'Colossal', la última película de Nacho Vigalondo

Esos magníficos lugares no hacen referencia al remake del western, defendido por Ethan Hawke, premio Donostia 2016. Son bosques de Argentina, Francia o Suecia, costas en Normandía, Bretaña o Islandia o campiñas en el norte de Inglaterra. Y también centros urbanos de París, Oporto o Nueva York. La programación de la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastian ha permitido darse una vuelta por el planeta sin levantarse de las butacas del Kursaal o el Teatro Victoria Eugenia. Un viaje por la Sección Oficial, la de Nuevos Realizadores, Horizontes Latinos o Perlas al que se apuntaron miles de espectadores, abarrotando las salas desde las nueve de la mañana hasta la madrugada.

Primera parada, Francia. El país vecino tuvo una destaca presencia en la presente edición, con películas en todas las secciones, confirmando el buen momento de su cinematografía. ¿Cuál es el futuro cuando las cosas nos van a dejar? Mía Hansen Love nos da la respuesta en El Porvenir, poniendo a Isabelle Huppert al frente de un carpe diem en constante movimiento, avanzando sin nostalgia y aceptando el paso del tiempo. Y lo hace vagando en los valles soleados de Vercors o enredada en la marea baja de las costas bretonas. En esa misma costa nada la doctora Irène Frachon, que denuncio a laboratorio Servier por provocar la muerte de centenares de pacientes diabéticos. Bajo el título La fille de Brest (La doctora de Brest), la directora Emmanuelle Bercot realiza una obra reflexiva, sin discursos grandilocuentes, queriendo ilustrar la victoria de un fuerte temperamento femenino. Siempre nos quedará París, y Nocturama de Bertrand Bonello lo confirma. El director hace un recorrido por edificios y espacios de la capital francesa a través de líneas de metro que se cruzan. Una ciudad que explota literalmente bajo las bombas que colocan un grupo de jóvenes como acto de rebeldía. Sin salir de la capital, traslado a la periferia de Porte de Clignancourt, donde Vincent lanza gritos enojados y amorosos. Compte tes blessures, dirigida por Morgan Simon, es una película centrada en una rivalidad edípica del padre-hijo en la que aflora un lado oscuro y una incongruencia cómica.

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Fotograma de ‘Porto’, de Gabe Klinger

 

Segunda parada, Oporto. La ciudad portuguesa cobra tanto protagonismo que da título a la película Porto de Gabe Klinger, sirviendo de escenario para un romance esporádico, eufórico y melancólico al mismo tiempo. La cinta transmite pasión, en gracias al esfuerzo de sus dos protagonistas, una banda sonora intuitiva y una cuidada fotografía.

Tercera parada, Nueva York. La ciudad es el punto de partida de Colossal, la nueva propuesta de Nacho Vigalondo que se inventa un coctel compuesto en un 70% de cine indie americano y un 30% de Godzila arrasando Seúl. Puede parecer lunático, pero la cosa funciona gracias, en parte, al personaje que interpreta Anne Hathaway. De Manhattan a Brookiyn, barrio en el que se desarrolla Litle men de Ira Saschs, director que acentúa el dinamismo natural del barrio neoyorquino y se muestra empático ante los riesgos de la gentrificación.

Cuarta parada, Argentina. Un viaje de Buenos Aires al parque nacional Nahuel Huapi, rodeado de lagos, bosques y montañas. El paisaje se convierte en el escenario para presentan interrogantes y paralelismos en los distintos veranos vividos en el sur por Inés, desde el tenso presente a los paseos de infancia acompañada por su padre, desaparecido en la dictadura militar. Milagros Mumenthaler presentó La idea de un lago, una apuesta sobre la ausencia y la memoria, estrenada en Locarno, donde se llevó el Leopardo de Oro en 2011.

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Fotograma de la película ‘La idea de un lago’, de Milagros Mumenthaler

 

Quinta parada, Islandia. La pequeña isla, acoge la trama de The Oath dirigida e interpretada por Baltasar Kormákur. Idas y venidas entre Reikiavik y un pequeño pueblo en un thriller psicológico centrado en un padre preocupado por el nocivo novio de su hija. Extrañas decisiones le atrapan en su búsqueda de una justicia paralela, evocando viejas sagas islandesas.

Sexta parada. Los ventosos parajes de Northumberland, un condado ceremonial en la frontera entre Inglaterra y Escocia. Interpretado por Florence Pugh, Lady Macbeth es una potente revisión de la extraña historia de amor y traición. Todo gira en torno a la fuerza de voluntad, y William Oldroyd se apodera de este drama con la autoridad de un maestro de la narración, a pesar de que es su primera película.

Séptima parada. La no frontera entre Flandes Occidental y Francia acoge la vida la vida de tres generaciones de mujeres, con un burdel como punto de partida. Peter Monsaert convierte Le ciel flamand en un retrato sensible, en el que una familia está dispuesta a dispuesta a hacer cualquier cosa para proporcionarse un futuro común.

Escena de 'Le ciel flamand'
Escena de ‘Le ciel flamand’

 

Jose Antonio Vega es colaborador de laEscena
@joseanvega64